𝑮𝒓𝒚𝒇𝒇𝒊𝒏𝒅𝒐𝒓 ¹ [✔️]

𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟒

Beauxbatons y Durmstrang

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── ☼ 𝕮𝖔𝖒𝖔 𝖘𝖎 𝖘𝖚 𝖈𝖊𝖗𝖊𝖇𝖗𝖔 se hubiera pasado la noche discurriendo, Sol se levantó tan confundida, soltó un suspiro, tenía mucha hambre, se fijó que aún no había amanecido pero la señora Pomfrey estaba cambiando la sabana de las camas que ya se habían desocupado y en su escritorio había botellas de pociones vacías, a medio llenar y otras llenas.

—Bue... Buenos días —La voz apenas era audible, tenía la garganta seca.

—Señorita Myers, buenos días, me temo que aún no va a poder irse, bueno si todo está bien respecto a usted quizás hoy mismo pueda irse, lo que no lo veo muy probable— La señora Pomfrey, le paso a Sol un vaso y ella vertió agua, un poco más abajo del borde del vaso.

Sol bebió desesperada, estaba más que deshidratada y muy hambrienta no había probado bocado desde el almuerzo de ayer, dio el vaso a la señora Pomfrey y dio las gracias, quería volver a dormir, pero no tenía sueño, había ya descansado lo suficiente.

La señora Pomfrey después de dos horas se acercó a Sol quien estaba recostada mirando hacia el ventanal, estaba aburrida.

—Déjame examinarte.

Con un movimiento de varita en dirección a Sol, la señora Pomfrey la miro confundida, volvió a realizar la misma acción, movió la varita una vez más en dirección a Sol y sin más tomo una libreta, que se veía desgastada y muy vieja que estaba en su escritorio y pareció que escribía algo importante.

—Señorita Myers puede irse esta... está todo bien en su sistema nervioso... Me olvidaba, el director Albus Dumbledore me dijo que valla a su oficina. —Dijo la bruja, apenas miraba a Sol, estaba concentrada viendo la libreta en que antes había anotado algo.

Sol salió de la enfermería y fue hasta la sala de Gryffindor, iba a decir la contraseña cuando vio que el hueco del retrato se abrió.

—Harry.

—Sol.

Dijeron al mismo tiempo los dos niños, se habían sorprendido al verse cara a cara y tan de mañana.

—¿Te han dado el alta? —Pregunto Harry guardando su carta en el bolsillo trasero de su pantalón.

—Sí, fue extraño, la señora Pomfrey dijo que iba a salir mañana y después hizo un cambio de planes... ¿Tú que estás haciendo? —Esta vez ella pregunto mirando a Harry.

—¿Yo?... No podía dormir más, iba a dar un paseo.

—Estamos igual, yo tampoco puedo dormir más y después tengo que ir al despacho del profesor Dumbledore. —Se le notaba desanimada, ella tenía una idea de que iban a hablar, pero para Harry no se desanimó, ahora tenía curiosidad de que hablarían ella y el profesor Dumbledore.