Mariposas [ʜᴏᴘᴇᴍɪɴ]

𝚌𝚊𝚙í𝚝𝚞l𝚘 3.

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"Se que vas a volar, solo confía en mí, en el extraño que acabas de conocer."
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—¡Es preciosa!— Sus ojitos se iluminaron y me hizo reír, sonaba como un niño emocionado por su juguete nuevo.

La mariposa revoloteaba a su alrededor y justo después vino hacia mí y se posó en mi cabeza, miré a aquel chico que miraba mi cabeza observando a la mariposa.

—¿No es bonito? Esa cosita blanca era una oruga y de repente le crecieron alas.—La mariposa se alejó de mi y salió por la ventana tras chocarse dos veces contra el cristal.—Me gustaría volar.

—Eso es imposible.—El dirigió su vista hacia mí cuando dije aquellas palabras.

—No es imposible.

—¿De verdad lo crees?—Asintió como respuesta.—Entonces vas a volar.

La mirada confundida del chico me hizo reír.

La puerta de la habitación se abrió después de que se escucharan varios golpes, una figura femenina junto a la de un niño entraron por ella.

—¿Que haces tú aquí?—miré a mi futura ex mujer.

—Pensé que al menos querrías ver a tu hijo, aunque considerando lo que querías hacer lo dudo un poco, Hoseok.

Le dirigí una mirada de asco, mi hijo de acercó a mi con una sonrisa.

—¡Papá!¡Papá!—Junmin gritaba y le hice un pequeño gesto de que bajara la voz.

—Más bajito cariño, puedes molestar a otras personas.

—Lo siento...—Bajó su cabeza y me dio el pequeño peluche que tenía en las manitas.—Toma, lo dejo aquí para que te de fuerzas.

Junmin dejó el peluche al lado de mi cama y yo sonreí y dejé un pequeño beso en su mejilla.

—Cariño, ven.—Llamé a Junmin y este vino rápidamente.—Sabes que ahora papá y mamá no van a vivir juntos, pero no significa que nos vayas a dejar de ver.

—Pero yo quiero que estén juntitos.—Con una expresión de tristeza agarró la mano de Yujin y la mía y las juntó.

—No cariño, ya no podemos estar juntitos.—Separé mi mano de la suya, viendo como pequeñas lagrimitas escurrían por sus gorditas mejillas.

Sequé sus lágrimas y dejé un beso en su frente, pasaron unos minutos en silencio y Yujin y Junmin salieron por la puerta despidiéndose antes.

—Siento que hayas tenido que ver eso.—Miré hacia el chico de mi lado.

—Tranquilo, no te preocupes por eso Hoseok.—Le dirigí una sonrisa.—Soy Jimin, Park Jimin.

En ese momento entraron dos médicos con más medicamentos para él y un plato de comida de dudosa calidad, pero tenía hambre y no quería levantarme a por un sándwich de la máquina, se me hizo extraño que a Jimin no le trajeran más que un té y sus medicinas.

[437 palabras.]

—𝚇𝙸𝙾𝙼𝙰𝚁𝙰.