𝚌𝚊𝚙í𝚝𝚞l𝚘 4.

26 5 1
                                    

–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–
"—¿Quieres volar?—Recibió un asentimiento por respuesta.—Entonces salta conmigo."
–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–

"–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Oigan, perdonen.—Llamé amablemente a los enfermeros.—Se les olvidó traer su comida.—Señalé a Jimin.

Los enfermeros salieron por la puerta sin prestar atención a mis palabras.

—Tranquilo, no puedo comer.—Dijo con su tono bajo.—Al menos no debería, pero a veces lo hago, no digas nada, quédalo como nuestro secreto, los enfermeros me regañarán si lo saben. Aunque sólo como cosas que luego pueda sacar por aquí.

Levantó ligeramente su camisa dejando ver el tubo por el que ya varias veces le había visto tomar la medicina, pero por una entrada diferente, por que ahora que me fijaba ese pequeño saliente tenía dos orificios.


Levantó ligeramente su camisa dejando ver el tubo por el que ya varias veces le había visto tomar la medicina, pero por una entrada diferente, por que ahora que me fijaba ese pequeño saliente tenía dos orificios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Pasaron las semanas y mi salud mejoraba, ya no sufría casi desmayos y me sentía mucho mejor tanto física como mentalmente. Aunque tenía mis recaídas, reconozco que hablar con un chico tan alegre como Jimin me ayudaba mucho. Los médicos me decían que si seguía así tardaría poco en marcharme del hospital, cosa que me alegraba mucho. Jimin y yo intercambiamos números cuando me dieron la noticia, ya que quería seguir sabiendo de él.

En este tiempo había descubierto un montón de cosas sobre él y sus rutinas, se levantaba muy pronto a diario para tomar sus medicinas y a lo largo del día se entretenía mirando su ordenador. Sus alarmas sonaban cada pocas horas indicando que tenía que tomar más medicinas. Al principio era frustrante, pero acababa siempre ayudándole a machacar sus medicinas sólidas.

Me había contado muchas cosas sobre su enfermedad, había cosas que aún no entendía, pero sentía que cada vez me acercaba más a comprenderlas. Todo era complicado en su vida, según me había contando su estómago no funcionaba bien, tenía que tomar todos sus nutrientes por sangre, de vez en cuando comía un poco, que luego tenía que sacar fuera de su estómago para que no le doliese, no comprendía porqué él quería seguir comiendo si solo le provocaba dolor. También descubrí que no tuvo una vida fácil, que para sus compañeros de clase siempre fue "el raro de los tubos" o demás apodos feos que decidían ponerle.

Siempre me sorprendió la forma en la que Jimin se tomaba todo con humor siempre y como hacía mágicamente que el humor de las personas fuera mejor. Y es que cuando Jimin me contó lo de su apodo siguió con un "al final resultó ser cierto que soy el raro de los tubos" quedándome confuso hasta que me dijo que practicaba PollDance, porque le gustaba y como forma de broma interna hacía la gente que lo molestaba en el pasado.

—Jimin.—El nombrado alzó la cabeza.—¿Por qué comes?

—Porque sino me moriría tonto.—Dijo riendo levemente.

—Ja ja, muy gracioso.—Miré hacía él.—Me refiero a porqué comes cosas sólidas, solo te provoca dolor de estómago.

Jimin hizo una mueca triste.

—Imagina que no pudieras comer nunca, que no pudieras disfrutar del sabor de la comida. Imagina que estuvieses en una cena familiar de navidad y no pudieses comer nada, mientras todos lo hacen delante de ti, no tienen mala intención, pero aún así te sientes apartado.—Pequeñas lágrimas cayeron por sus mejillas.—Esa es mi vida Hoseok, decido comer aunque sea un poco porque me gusta, es mi decisión hacerlo así aunque sufra un poco después.

Me levanté de la cama y fui hacia él, le di un pañuelo de papel y un pequeño abrazo.

—Ya no llores, te entiendo.—Le miré a los ojos y sonreí, él en respuesta sonrió también con la misma mirada tierna de siempre.

Fui hacia el baño metiéndome en este, cuando salí un médico esperaba en la habitación sonriente y con un papel en la mano.

—Jung Hoseok, tiene used el alta médica, debe recoger sus cosas para mañana.—Una sonrisa iluminó mi cara, miré a Jimin emocionado y vi a este sonriendo.

El médico se fue y Jimin se levantó con cuidado para abrazarme, el sabía que quería salir de ahí cuanto antes. El abrazo duró varios minutos.

—En condiciones normales te diría que cuando te dejen salir de aquí por unas semanas te invitaría a comer para celebrarlo, ¿pero qué tal si vamos a un parque de atracciones mejor?

Jimin comenzó a reír cerrando sus pequeños ojos.

—Me gustaría mucho, te avisaré cuando salga, aunque no creo que falte mucho.

—Mejor.—Hice un paso atrás.—¿Sabes que vendré a visitarte a menudo, verdad?

—Me enfadaría si no lo hicieras.

Reímos juntos y de nuevo nos abrazamos.

–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–—–

[756 palabras.]

—𝚇𝙸𝙾𝙼𝙰𝚁𝙰.

Mariposas         [ʜᴏᴘᴇᴍɪɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora