𝚌𝚊𝚙í𝚝𝚞l𝚘 5.

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"Desde el momento en el que le vi mi mente voló a un sitio sin dolor."
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Guardé mis cosas en una pequeña mochila, junto a unas pastillas de vitaminas que me ayudarían a no desmayarme tanto

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Guardé mis cosas en una pequeña mochila, junto a unas pastillas de vitaminas que me ayudarían a no desmayarme tanto.
Quería salir de allí, pero se me hacía injusto que Jimin no pudiera.

—Hoseok, ¿estás bien? Llevas mirando a la nada cinco minutos.— Su voz detuvo mis pensamientos.

—¿Eh?, ah, sí, estoy bien solo estaba feliz por salir de aquí.—Sonreí y pasé una mano por el suave pelo de Jimin.—Te voy a echar de menos, ojalá pudieses salir de aquí también.

Una sonrisa iluminó su cara, haciéndome sonreír a mi también.

—En unas semanas podré salir otra vez, tengo ganas de irme por unos días.

—Vendré a verte la semana que viene, seguramente el martes.—Agarré mi mochila y me levanté, lo médicos me habían dicho que saliese hace una hora, pero me había entretenido hablando con Jimin.

Nos despedimos con un gran abrazo.

Las semanas pasaron rápido, encontré un piso pequeño en el que podría vivir hasta que todo se solucionara con Yujin. Me encontraba cada vez mejor Gracias a la terapia que me hacía mi psicólogo. Visité varias veces a Jimin, el siempre estaba con esa pequeña sonrisa en el rostro y algún día le encontraba dormido.

Me encontraba descansando en mi apartamento, Jimin me había dicho que hoy le darían el permiso para salir del hospital por unos días, también me dijo que quería hacer "cosas normales de gente que no se pasa su vida dentro de un hospital."

Me vestí rápidamente porque me había dormido y la hora en la que había quedado con Jimin se acercaba. Mientras me ponía la camiseta me quedé atascado en ella ya que había metido la mano por donde iba el cuello.

Salí corriendo de casa hasta llegar a la parada del bus en la que nos íbamos a encontrar, viendo a Jimin de lejos sentado en uno de los asientos con la mirada en el móvil, me puse detrás de él, sorprendido de que no se hubiere* dado cuenta y mandé un mensaje a su teléfono: "Mira detrás de ti" vi mi mensaje en su pantalla y como se daba la vuelta sonriendo y como su expresión cambiaba cuando vio que no estaba ahí, devolviendo la mirada al frente donde estaba yo.

Jimin dio un pequeño salto en su sitio por el susto y me dio un pequeño golpe en el hombro.

—¿Acaso eres un ninja?

—Solo soy sigiloso.

Tomamos el bus hasta llegar a un centro recreativo, pasamos varias horas allí, yo no dejaba de ganar partidas a un juego.

—No es justo, eres mejor que yo en el juego.—Dije, hice una expresión de enfado rindiéndome.

—Tú elegiste el juego.—En ese momento salió un solo ticket de mi máquina, mientras que de la suya salieron al menos treinta.—¿vamos a canjearlos?

Asentí yendo con él al mostrador, nos atendió una chica, pasamos varios minutos decidiendo hasta que Jimin propuso una idea.

—Déjame decidir a mi, pero no puedes ver.—Asentí, dándome la vuelta y cerrando los ojos.

Jimin le dijo silenciosamente a la chica lo que quería y le dio los tickets, pasaron varios minutos me pude dar la vuelta y observé dos pequeñas libretas con letras plateadas que decían "Hobi y ChimChim", junto al dibujo de una gran mariposa que ocupaba la mayor parte de la cubierta del cuaderno.
Le di un pequeño abrazo y el me pasó una de las libretas.

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*HUBIERE: forma del verbo haber, no es un error ortográfico.

[585 palabras.]

—𝚇𝙸𝙾𝙼𝙰𝚁𝙰.

Mariposas         [ʜᴏᴘᴇᴍɪɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora