10. Uniendo piezas

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Rose

Lunes por la mañana. Hoy me tocó despertarme bastante temprano debido a que el sábado Gabi y yo no pudismo prácticar para la exposición de nuestro proyecto, por lo que decidimos reunirnos temprano para poder practicarlo hoy. Acabando de llegar a la universidad comienzo a tener ganas de ir al baño, y no es raro teniendo en cuenta que al levantarme tomé una batida energética como desayuno, lo mejor es tener energia cuando sabes que vas a tener un dia más que nada estresante.

Iba caminando por los pasillos de la universidad en dirección a uno de los baños que más cerca se encontraba de dónde estaba cuando vi a Bryan y Sebastian hablando en uno de los pasillos. Iba a saludarlos pero me detuve al escuchar una conversación en la cual se mentaba mi nombre.

—Estuve sospechando que quizás Rose se haya dado cuenta por si sola de que con quien ha estado hablando todos estos meses por redes sociales ha sido conmigo, pero no estoy del todo seguro. —Fue lo que pude escuchar de boca de Sebastian. Por un momento me puse a analizar, ¿Hablar por redes sociales? No tenemos tanto tiempo conociendos aunque... Su personalidad... Su voz... 
—¿Manuel? —No pude evitar decirlo en voz alta, ellos dos voltearon y me miraron al instante. Creo que ambos quedaron en el mismo estado que yo, en shock. Se generó un silencio bastante incómodo solo interrumpido por las personas que pasaban por el pasillo obviando la escena.
—Creo que será mejor seguir mi camino. —Dije, tomando dirección hacia el baño.
—Espera, creo que deberiamos hablar de esto. —Dijo Sebastian tomando mi brazo con su mano derecha evitando que me fuera.
—No quiero hablar contigo Sebastian, o ¿Quizás deberia decirte Manuel?
—Dije soltandome de su agarre, seguido de esto caminé hacia el baño lo más rápido posible forzandome a no mirar hacia atrás, mi cerebro necesita tiempo para asimilar toda esta nueva información.

Así como haria una niña de 12 años en pleno primer amor me encerré en una de las cuadriculas del baño. ¿Se supone que fui engañada durante todo este tiempo? ¿Tuve a mi supuesto novio delante mia y ni siquiera lo reconocí? ¿En qué clase de pelicula de Disney estoy viviendo en este momento? Viendolo por el lado positivo por lo menos no era un asesino en serie, ni un secuestrador o vendedor de órganos. Bueno, que yo sepa hasta el momento. Se supone que deberia estar llorando por la enorme mentira que me estuve creyendo todo este tiempo pero más que eso siento rabia, rabia porque en todo este tiempo no se atrevió a decirme la verdad, es más, desde un principio... ¡Nisiquiera debió haberme mentido! ¿Hasta cuándo pensaba seguir con todo esto?

Entre tanta cuestionante mi celular suena. Gabriela me está llamando, y con sentido, debia reunirme con ella hace 15 minutos y no le he dado señales de vida. No me queda de otra que dejar mis problemas existenciales para otro momento y ponerle atención a nuestro proyecto. Salí del baño olvidando el hecho de que se supone que iba a orinar y no a meditar sobre la nueva novela de Disney Channel y comencé a caminar deprisa hacia el campus, especificamente a una de las áreas verdes con bancos que están cerca de la fuente principal.

—¡Por fin llegas! —Dijo Gabi al verme llegar.

—Si, es que tuve unos incovenientes pero ya estoy lista para que terminemos con todo esto.

—Estás algo pálida... ¿Segura que estás bien? —Pregunta Gabriela con cierta preocupación.

—Si, es solo qué me acaba de llegar el periodo y ya sabes... —Si, la vieja confiable de las chicas para todo.

Después de esto Gabriela dejó de hacer preguntas, creo que entendió que no queria hablar del tema asi que comenzamos a discutir sobre el proyecto, no solo era una chica amigable y hermosa sino que también era bastante inteligente, Si fuera lesbiana de seguro me enamoraria de ella.

—Rose... —Escuché que mencionaban mi nombre detrás mio, al voltearme se trataba de Bryan, el amigo de Sebastian. —¿Qué necesitas? —Le pregunté lanzándole una mirada asesina de esas de las que tanto práctico cuando veo series en Netflix. No estaba de humor como para hablar con ninguno de los dos. —Era para explicarte lo de hace rato. —¿Por qué no viene Sebastian, Manuel o quién sea? Gabi, creo que con lo que hablamos podemos hacerlo bien, yo me iré, creo que tengo clase ahora. —Dije, luego tomé mis cosas y me fui. No mentía cuando dije que tenia una clase pronto, pero aún faltan 40 minutos para esta y no me apetece estar jugando a las escondidas mientras espero.

Mi primera y mejor opción fue salir de la universidad y sentarme un rato en una de las cafetetias cercanas para revisar lo que el feed de instagram tenia para mi. Justo eso hice, a tal punto que casi llego tarde a mi primera clase del dia, nada mal el conjunto de memes, outfits frases y todo lo sin sentido que pone el algoritmo como supuestamente relacionado. Así pasó todo, simplemente tomé mis clases correspondientes evitando todo contacto con la especie humana y esquivando todos mis pensamientos por un buen rato.

Todo iba de maravilla dentro de lo posible hasta que llegué a mi querida cueva, dónde lo primero que pude ver fue una carta de la propietaria recordandome que debo pagar el alquiler de este mes. Perfecto, más problemas para mi lista. Ya ha pasado un tiempo desde que estoy aquí y aún no consigo trabajo por más que mande curriculums a todos lados, la falta de empleo es un problema global al parecer. No me gustaría pedirle dinero a mi madre sabiendo que aún puedo hacer un último esfuerzo para conseguirlo por mi cuenta, ella me ayudaria sin dudarlo dos veces aunque luego no tenga de dónde pagar las cuentas.

Digamos que hoy no ha sido el mejor dia de todos y de por si la semana recién comienza. Para relajarme un poco busco mi playlist Keep calm and dance en Spotify, nombre irónico algunas veces teniendo en cuenta que no seria muy fácil bailar las canciones que este contiene. Pongo a reproducir la primera canción que pasa por mi dedo New - Yves. Al ritmo de la misma me dirijo hacia mi mini bar; apenas hay jugo de frutas dentro y justo esa será mi cena de hoy. Vivir sola en otro país no es tan lindo como lo pintan las peliculas, pero veamos el lado positivo, al menos hay jugo.

Conociendote Dos Veces (DEMO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora