La luz que se filtraba por la ventana llegó hasta mi rostro, provocando que me despertara. Por un momento olvidé donde estaba, hasta que sentí los brazos de Sebastian tomándome por la cintura.
— ¿Ya despertaste? –Preguntó adormilado
— Sí.- le conteste sonriendo arreglando su cabellos despeinado
— ¿Cómo dormiste?- me pregunto sonriente
— Bien, porque dormí contigo.- y le di un beso corto.
— ¿Quieres desayunar algo?- pregunto
— Sí, me apetece algo dulce.
— Que te parece si vamos a tu hotel y te traes algunos cambios de ropa y ya vemos a dónde vamos.
— Claro, sirve de que me cambio de ropa.
Fuimos al hotel enseguida, subimos a mi habitación y comencé a meter algunos cambios de topa en una mochila como había dicho él. Luego entre a la ducha, Sebastian me esperaba en la recepcion. Sali de la ducha y me puse un vestido corto color pastel con unos tacones y me puse un maquillaje natural.. Baje a la recepcion con una mochila.
§Narra Sebastian§
Al verla vajar me pare y se veia muy hermosa con ese vestido mostraba todo su hermosa figura la sonrei y ella me devolvio la sonrisa ... Me encantava cuando se sonrojaba
— Conozco una pastelería estupenda. ¿Quieres ir?
— Es perfecta la idea. - Asenti
§Narra ______§
Antes de salir dije a la señorita de recepcion que me iria por unos dias de viaje(menti) si tenia una llamada de mis padres que le diga que me fui de viaje ... Solo faltaba firmar algunos papeles y salimos del hotel..
La pastelería era pequeña pero acogedora, y el aroma que circulaba por el aire era delicioso.
— La dueña de esta pastelería es amiga de mi madre. Y créeme que son los mejores pasteles de toda Colombia.
— Que delicioso- Sonrrei
Nos acercamos a la barra para escoger. Y una vez hechos nuestros pedidos nos dirigimos a la barra a pagar. Una chica rubia como de mi edad, si no más grande, abrió los ojos como platos al ver a Sebastian. Me dedico una mirada de disgusto y luego comenzó a coquetearle.
— ¿Creías que no te he reconocido? –Río.
— Que te diré… -Le regreso la risa.
— Estaría muy bien que te pasaras más seguido por acá. –Le guiñó un ojo.
— Me encantaría pero por ahora he estado muy ocupado. –Dijo mirándome sonriendo. Sebastian se percató de cómo me miraba la chica.
— ¿Ella es tu novia?- pregunto ,la rubia
— Sí. ¿Es bonita no?
Al escuchar aquellas palabras no pude evitar sonrojarme y sentirme victoriosa por la cara que había puesto la rubia cajera. Sebastian pagó, recogió los pedidos y nos acomodamos en una de las mesas.
— ¿Quién se cree esa chica? No hay nadie más bonita que tú.
— Que cosas dices… - Me sonroje de nuevo
— Digo la verdad. ¿Sabes ______? Hoy me di cuenta de que los días más bonitos, son los que paso contigo. Y me encanta cuando te sonrojas - Me acariciola mejilla
— Para mí también son los más bonitos. Jamás creí que podría conocerte tan profundamente cuando inicie el viaje. - le devolvi el cariño.
— Ven aquí. Tengo algo importante que decirte.
Acerque mi rostro al de él, esperando a que hablara. Pero con un movimiento astuto, tomó mis labios con los suyos. Nos besamos.
— Y tus besos, son los mejores. - se mordio los labios -
— ¿Entonces soy tu novia? –Dije divertida.
— Siempre y cuando tú quieras serlo. - Me dije en un susurro
Después de desayunar pasamos toda la tarde en su casa. Pedimos pizza para comer y vimos algunas películas. Pero la noche calló pronto.
— Ya sé está haciendo tarde. Creo que debería regresar.- Me pare del sofa
— ¿Tú crees que soy tan tonto como para dejarte ir? No quiero volver a dormir solo jamás.- Me agarro de la mano.
— ¿Estás seguro de que quieres que me quede?- y me sente a su lado.
— No hay nada mejor que dormir a tu lado.
Subimos a su habitación.
— Toma, póntela para dormir, para que estés cómoda. Enseguida vengo, voy por algo a la cocina. –Dijo saliendo del cuarto.
— Gracias. –Al extender lo que me había dado era una de sus playeras, llena de su aroma.
Me saqué la ropa y me coloque la playera de Sebastian. Después de acomodarla bien a mi cuerpo me di cuenta de que Sebastian ya se encontraba en la puerta.
— Perdona, no es que haya querido mirar. –Dijo nervioso.
— No, no te preocupes. -dije.
Dejó los vasos de batido que llevaba en la mano sobre la mesita de noche y se dirigió a mí. Me tomo de la cintura y comenzó a besarme. Esta vez bruscamente. Nos recostamos en su cama y siguió besándome. Mi pulso aumento, podía escuchar a mi corazón a punto de reventar. Sentí su mano en mi muslo y después se separó de mis labios.
— Deberíamos dormir ya. -dijo un poco agitado.
— Tienes razón.- dije tambien un poco agitada
Nos acomodamos en la cama y apagó las luces.
— ¿Sebas? - pregunte
— ¿Qué pasa?- me dijo
— Te quiero. - y le di un beso
— Y yo a ti, mucho más.
Hola!! Niñas espero que les haiga gustado este capitulo y no olviden comentar abajo pliss <3
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<3