;; O.S // YoonKook - JungGi.

✿ Jardín

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JungKook ama sus flores y
YoonGi ama a JungKook.
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—¡YoonGi!— habló con emoción el menor, este se encontraba todo enlodado, ya que había ayudado a su madre a enterrar una nueva planta.

—¿Qué sucede Kookie?— dejó de prestar atención a su revista y miró a su amigo.

—¿Cuál es tu flor favorita?— no tenía que pensarlo dos veces para responder.

—Eres tú— sonrió.

—Hyung eso no vale, debe ser una flor real— las mejillas de JungKook tornaron a un color demasiado rojizo.

"Tan tierno."

—Pero vale porque eres una flor— justificó.

—Ya, no sigas con eso, necesito que me respondas bien la pregunta.

—Rosas— dijo a lo aleatorio.

Sin darse cuenta el menor ya se había ido de su hogar.

¿Ahora que estaba planeando?

JungKook era su vecino, lo conocía cuando tenía la edad de ocho años, todavía puede respirar el aroma de aquella estación, fue una primavera donde había sido flechado su corazón.

Se levantó de su asiento dispuesto a volver entrar a su casa no sin antes ver a su querido amigo. Había una cerca un poco alta, pero esta permitía ver un poco, este se hallaba entretenido jugando con la manguera de su patio trasero.

"Pues claro que necesita un baño el mocoso, ha ensuciado la entrada, mamá enloquecerá si lo ve."

Marzo estaba cada vez más cercas, el viento azotaba cálidamente los árboles, el sol ya dejaba asomarse después de varios días nublados y JungKook, él seguía en su jardín cuidando sus nuevas flores.

—Realmente son hermosas— acarició una de ellas —Pero YoonGi no puede verlas todavía, les contaré un secreto.

Miró a todos lados asegurándose de que no estuviera el mayor.

—Es una sorpresa para él— susurró.

—¿Qué haces hablándole a las plantas JungKook?— cuestionó su mejor amigo quien venía saliendo de la puerta trasera.

—¡TaeHyung! no es nada, solo les decía cosas bonitas para que estén felices.

Kim lo vio como un loco.

—¿Las plantas sienten felicidad?— asintió a su pregunta —Hola, ¿guapas?

Ambos no pudieron evitar reírse.

Mientras tanto YoonGi observaba la risas de ambos amigos en la ventana de su cocina.

JungKook al terminar de reír pudo distinguir al pelinegro lavando los trastes, alzó su mano en modo de saludo y comenzó a saltar.

—¡Hyung, su cumpleaños se acerca!

Cierto, lo había olvidado.