×Siete×

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Luke

~Me sentía en el puto cielo al probar sus suaves labios.~

Luego de haber pasado la noche en el departamento de Jude, regrese a casa de Dylan, ya que era aquí donde me quedaba. Me di un largo y relajante baño y al salir me dedique a responder los mensajes de mi madre.

No traía camiseta, tampoco tenía ganas de ponerme una, tenía la cabeza echa un lio, a veces pensaba en lo idiota que era por no haberle dicho a mi mejor amigo sobre Cristina.

En cuanto quise responderle a mi madre, oigo como si alguien hubiera empujado mi puerta, inmediatamente apago el celular y me camino en grandes zancanadas hasta la puerta.

La abro de par en par, encontrandome con aquella pelirroja que amaba tanto, en cuanto me ve se endereza rápidamente y me saluda, yo me limito a guardar silencio, aun seguía sorprendido por su presencia aquí.

Al parecer no haberla saludado, la molesta, asi que da media vuelta para irse, algo dentro de mi me grita que no deje que se vaya.

Sin pensarmelo, la tomo de la muñeca, su cuerpo se tensa, yo aun sin pensar claramente, subo mi mano hasta su hombro, dando caricias, me acerco cada vez más a ella, hasta el punto en que ya tengo una mano en su cintura y mi cuerpo pegado al suyo.

Pase de oler su cabello, a besar su cuello, su respiración se había acelerado, al igual que la mía, joder...tenerla así de cerca me volvía loco, no pensaba con claridad, justo ahora esto, se sentía correcto.

Ella de un momento a otro, parece reaccionar y se aparta, se voltea para verme, su cara estaba completamente roja de la vergüenza.

-Yo...-Dice ella, la culpa brillaba en sus bonitos ojos.

En cuanto quiere irse, la acorralo contra la pared, para luego presionar mis labios contra los de ella, abre sus ojos por la sorpresa, agarra su cara con amabas manos, para luego mover mis labios sobre los suyos.

En cuestión de segundos me correspondió el beso, sus manos se encontraban en mi cuello, me sentía en el puto cielo al probar sus suaves labios.

El beso, poco a poco tomaba más intencidad, mis manos ya se encontraban cerca de su trasero y sus manos ya estaban acariciando mi torso con ansias.

En cuanto oímos la voz de Dylan y Cole abajo, nos separamos de golpe, ella me había empujado con fuerza, su rostro estaba incluso más rojo que antes, sus labios inchados y su ropa arrugada.

En sus ojos se veía la desesperación, el arrepentimiento y el miedo.

La tomé de la mano y la metí en mi cuarto, ya que los gemelos subian hasta donde estábamos nosotros. Ella no puso resistencia, sabía que Dylan sospecharía si la veía en ese estado.

En cuanto cerré la puerta con seguro, ella se fue hasta un rincón del cuarto, sus ojos estaban fijos en el suelo y no fue difícil adivinar que debía de estarse culpando por lo de hace un rato.

Nos quedamos en silencio, ollendo la conversación de los gemelos, alguien llamó a mi puerta y los ojos de Cristina me miraron con miedo.

-¿Luke?-era la voz de Cole, deje salir el aire que estaba reteniendo.

-¿Que quieres?-me limite a responder, sin dejar de ver a Cristina.

-Quería saber si estaba allí dentro y decirte que tu novia esta abajo.

En ese momento, juro por lo más sagrado, que quería patear a Cole por decir aquello. Cristina estaba con la mandíbula apretada, al igual que sus pequeños puños, su mirada se torno fría y distante.

Oh. Oh. Creo que había metido la pata hasta el fondo, bravo Luke.

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