•Delet To Myself• < YoonKook>

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Hablan cada día.

Jungkook no está seguro de lo que Yoongi quiere conseguir tratando de mantener un lazo con él. Mantener, porque no había movido ni un dedo por crearlo.

El teléfono de Jungkook suena e inmediatamente agarra el teléfono para ver el mensaje. Es Yoongi. No importaba si aquello estaba dentro o fuera de lo que sentía. Jungkook simplemente lo estaba sintiendo.

Porque Yoongi le había leído y Jungkook había leído a Yoongi.

Ambos en sus mundos. Ambos arriesgándose a hacerlo realidad.

Jungkook siente que Yoongi encontró algo en él, que esos mensajes fluyen, que se encuentra al fin un poco. Al fin se encuentra en algo más que no es dentro suyo. Se encuentra un poco en Yoongi, y Yoongi se encuentra un poco en Jungkook.

Jungkook no tiene tacto, él se quiere morir y se lo dice a Yoongi, él se quiere dañar y se lo tira en la cara al mayor. 

Yoongi lo recibe porque eso necesita. Yoongi estaba hace tiempo algo mudo, algo quieto, después de hacer tantas tormentas que no habían cambiado nada, ahora ya no tenía por donde seguir. Yoongi necesita que algo le mueva su corazón antes que se dé por muerto, antes que se le olvide respirar. Y es Jungkook quien lo logra.

Yoongi no fuerza nada con Jungkook, ya que ambos terminan cediendo con facilidad por el otro. Cómo si encajaran, cómo si simplemente lo hicieran. 

Yoongi no puede evitar enamorarse. No hace falta verlo, no hace falta ver como luce su cara, solo le basta con leerle.  Porque no está enamorado solo de Jungkook, no está enamorado solo de la persona, o solo lo que escribe, esta enamorado de lo que implica su existencia. Jungkook mueve su corazón mil veces al día y no tiene si quiera que intentarlo.

Jungkook tiene miedo. Yoongi había entrado a su mundo el cual nadie entraba. A pesar de que nada le importaba, a él le seguía importando Yoongi. Estaba aterrado. En su mundo donde no sentía nada, Yoongi le estaba haciendo sentir de todo.  Y en su mundo donde lo sentía todo Yoongi se estaba involucrando demasiado.

¿Alguien se podía hacer cargo de eso? ¿Alguien iba a poder tomar la responsabilidad?

Jungkook frente a Yoongi ya no tenía donde esconderse. Él ya había plasmado todo su mundo fuera de esa puerta en las palabras ya leídas por el contrario.  Yoongi sabía de sus dos mundos. Jungkook ya no tenía como negar la existencia de Yoongi.

Donde quiera que Jungkook fuera, Yoongi seguía significando algo.

Jungkook de todas formas sigue en ese lugar y es que la existencia de Yoongi no cambia el que se da asco, el que se quiera dañar, el que tenga ansiedad, el que se quiera morir. 

Pero Jungkook encuentra felicidad en Yoongi. Felicidad. Y aunque está toda esa mierda mala, el aún tiene felicidad.

Y como la felicidad que le entrega Yoongi no es por algo en específico, nadie se la puede quitar porque es completamente etérea, porque es completamente suya, no es a base de nada más que la existencia de ambos y ese camino que les hizo encontrarse.