•Delet To Myself• < YoonKook>

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Jimin sonríe mientras toma su helado, y Jungkook no puede evitar sonreír de vuelta, por una parte porque le gusta ver a la gente que quiere feliz, y por otra porque ver a Jimin sonreír siempre le daba alegría.

Jungkook conoce el dolor, y es por eso, que se siente completamente bien cuando puede aportar en algo para que la otra persona tenga un buen momento. Para que a la otra persona no le duela. No siempre logra hacerlo, no siempre logra interesarse, pero siempre que puede no se limita. Y eso trataba de hacer con Jimin.

- Gracias por el helado, Jungkookie.

- De nada Jiminie.

Jungkook había seguido atento de Jimin, Jungkook podía arrugar y tirar cualquier tipo de lazo. Él los creaba con facilidad, y es así también como los rompía. Porque no había nada de él realmente en ellos.

Pero él estaría siempre que Jimin lo necesitase, dentro de lo que su propio desastre se lo permitiese. No es que Jimin le causara algo más allá. Jimin solo era otra persona importante fuera de su puerta. Pero también fue el mayor quien le logró sacar una de las pocas cosas que estaba convencido, y era fácil. Si a Jungkook le lograban sacar una promesa él la cumpliría.

- Entonces ¿Qué es? - Pregunta Jimin.

- No sé.

Jungkook mira su helado con ansiedad. Se sentía culpable de comer, de respirar, de vivir.

- Jungkook. Encontraste algo ¿Verdad? Luego de años encontraste algo que si logró hacerte feliz.

- Sigo mal. - responde arisco.

- Y está bien - Jimin sonríe amable - Si ese algo te hace feliz aún estando mal, entonces conservalo lo que mas dure su brillo.

- ¿Y si se apaga? - Jungkook muerde sus labios.

- Aún puedes quedártelo. Depende. Incluso las estrellas fugaces pueden resultar siendo piedras preciosas cuando se apagan.

- ¿Y si no?

Jungkook nunca se quedaba tranquilo, Jungkook siempre indagaba hasta lo último, trataba de acabar hasta con la última esperanza incluso antes de empezar algo. Era otra forma de hacerse daño. Pero el se mentía diciendo que con eso se cuidaba.

- Bueno y si no, siempre pudiste pedir un deseo. De todas formas la experiencia de ver una estrella fugaz valió la pena. - Jimin sonríe.

- ¿Y si después no puedo vivir sin esa estrella?

Jungkook relame sus labios, Yoongi había calado en él mas allá de todos sus muros, de todos esos mundos que cuidadosamente creaba para ir escapando entre uno y otro. Pero Yoongi se estaba sintiendo como una de esas estrellas fugaces que luego son piedras preciosas.

- Jungkook. No te hagas esto, ya está. - Jimin sonríe de lado - ¿Cuál es su nombre?

Las palabras y ayuda de Jimin nunca lograba aportar demasiado en Jungkook. Pero de todas formas las palabras de Jimin eran lo poco, fuera de esa puerta, que aún lograba quedarse en Jungkook de vez en cuando.

- Yoongi.

- Está bien Jungkook. Si las cosas salen bien consérvalo, si las cosas salen mal no te olvides de pedir un deseo.

- Pediré un deseo el día que no demores mil años en elegir un sabor de helado Jimin.

Jungkook sonríe y Jimin lo hace. Jimin pensó que nunca llegaría el día en que Jungkook fuera el que sonriera primero.

Jungkook estaba feliz.