Fuimos creados para nacer, crecer, reproducirnos y morir al igual que los seres humanos, aquellos seres de carne y hueso, similares a los animales, pero con inteligencia superior. Ellos son más hábiles que los monos. Tienen la capacidad de pensar, aunque no producen frutos como nosotras las plantas, ni tampoco dan sombra, ya que no tienen ramas con muchas hojas.
Ellos tienen diversas razas como nosotras, pero nuestro reino vegetal es superior y más variado en ese sentido. Incluso algunas de nosotras, somos utilizadas para realizar medicinas curativas para la salud de ellos.
Pero los humanos tienen defectos. Sienten y desean. Nosotras solo tenemos cuatro metas en toda nuestra vida, y no nos arrepentimos de nada, porque al final, les fuimos útiles para algo.
¿No?
En épocas pasadas, cuando el planeta estaba en su apogeo, y cuando los químicos y las invenciones mecánicas y tecnológicas no existían. Los humanos primitivos nos adoraban por medio a la “madre naturaleza” que era una especie de...diosa simbólica para ellos, debido a los desastres naturales que ocurrían sin explicación.
Con el pasar del tiempo. El ser humano se olvidó de nosotros, solo usaban nuestras flores como adorno, las plantas curativas y venenosas y los árboles productores de frutas. Pero se olvidaron de la flora restante, en pleno siglo XXI la flora y fauna está en una carrera contra reloj, poco a poco desaparece la existencia de plantas y animales y todo por culpa de ellos, por no sabernos cuidar.
¿Es tan difícil darnos un poco de sol, agua y un lugar donde crecer?
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Déjame crecer
PoetryAl menos soy libre y les brindo vida ¿No están satisfechos con eso? Obra registrada por Safe Creative Bajo el código: 1904070577488