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El misterioso Guardabosques

[Chapter 5]

El bosque de Erudito fue conocido alguna vez como un lugar hermoso, incluso usaron una zona como parque de la ciudad y en distintos puntos no tan alejados algunas personas acampaban, pero desde que algo terrible sucedió cerraron las puertas del parque y más nunca alguna persona con dos dedos de frente volvió a acampar allí, no se habla mucho del tema pero solo se sabe que una joven desapareció en una expedición de su clase, más nunca se supo de ella, los rumores dicen que un dragón de komodo gigante vive en el bosque y que de seguro se comió a la chica o al menos así lo dejó la policía.

Cuando llegaron a la entrada de dicho bosque, llegó un mensaje al teléfono de Selena, el mensaje decía "Sigan el camino hasta la cabaña, esperenme allí". Sin más opciones, el grupo de tres siguió las instrucciones dejadas, el camino era oscuro, iluminado solo por la luz de la luna que a veces se dejaba ver entre las hojas de los arboles y la linterna del teléfono de Selena el cual llevaba Sun a mano, este se abrazaba a si mismo para darse calor, puesto a que el ambiente húmedo desprendía un frío escalofriante, Franco se andaba con cuidado pero era al que menos le afectaba el lugar, todo lo contrario pasaba con Selena, siendo llevada y guiada por sus androides, el hecho de ver o tocar un insecto le darían un infarto así que iba con los ojos cerrados y agarrada a los tentáculos de Stun mientras Trap se encargaba de alejar a los bichos.

—¿Porque no hay un caballero que ayude? —reclama Selena.

—Ooohh siii, ¿que quieres?, ¿un abrazo? —dice Sun burlándose.

—Yo podría llevarte en mis brazos pero se que no quieres, juajuajua. —dice Franco.

—Hmmpph... rayos...

Selena sabía bien que aunque se hubieran ofrecido los hubiera rechazado, pero le molestaba el hecho de que ni siquiera se dignaron a preguntarle.

—En fin, ya estamos cerca, solo unos pocos metros más... —Sun iba al frente, por lo que se detuvo a esperar a Franco y a Selena la cual iba bastante por detrás.

—Deberías abrir los ojos, es una vista bonita. —Franco intentaba hacer que Selena dejase de temer al entorno, pero sus intentos eran en vano.

—NO, gracias...

Pasaron unos cuantos minutos hasta que finalmente encontraron la cabaña, tenía luz dentro de ella, eso confirmaba que por fin se encontrarían con su cliente.

Justo cuando llegaron a la entrada techada de la cabaña empezó a llover, una densa niebla cubrió el bosque y el entorno se volvía más frío de lo que era, decidieron entrar rápido para obtener calor, así que sin esfuerzo alguno abrieron la puerta la cual no parecía oponerse a ello y al estar todos adentro cerraron para que no pasase el viento frío que resoplaba esa noche.

Aun así hacía frío, pero el calor de la luz y del fuego de la chimenea les calentaba un poco, Selena quería acurrucarse con alguien pero entre la vergüenza de acercarse a Franco y que Sun huele a mono sólo tenía sus propios brazos, sus androides se percataron y se enrollaron en ella para mantenerla tibia.

Sun gracias a toda su ropa no sentía tanto frío, le bastó con agacharse frente al fuego y posar sus manos cerca para calentarlas. Franco por otro lado, buscaba tapar su gran barriga puesto a que la camisa de prisionero le quedaba pequeña y se le veía el ombligo, encontró una sabana y se tapó con ella dejando solo sus ojos al descubierto, le ofreció a Sun y Selena parte de la sabana pero se negaron. Esperaban a que apareciese su cliente y esto dio a unos 15 minutos de silencio incómodo. No había señal por lo que Selena no podía ver nada en su teléfono, Sun había dejado su bastón en el autobús y Franco no quería arruinar su gancho intentando agarrar cosas de la casa, además estaba bien calentita la manta así que ¿pa qué?