capitulo 6

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Estamos dentro del auto,afuera del FRANCKIES BAR.

Han pasado al menos diez minutos y ni uno de los dos ha mencionada palabra alguna.

Milton suelta un largo suspiro que al parecer llevaba conteniendo todo este tiempo

-Se que lo que sucedio adentro fue extraño,pero...

-¿Quien es ella?-pregunto interrumpiendo el discurso que apenas empezaba,ya terminada la pregunta no puedo evitar sentirme estupida por decir eso cuando quien es ella es lo que menos importa.

-Ella es una conocida a la que alguna vez le tuve cariño pero luego me di cuenta que ella no me queria de la misma manera, ella solo me utilizo su nombre es Agatha.

Me quedo sin palabras a su confecion, no crei que Milton tuviera algun fracaso amoroso.

-Te llevare a tu casa-me dice sin su sonrisa habitual o con su voz coqueta

-No, quiero estar contigo mas tiempo-digo en tono suplicante, se que volver a mi casa seria volver a pensar en todas las cosas paranormales de las que formo parte.

-Pero mirate esta empapada, te puedes enfermar

-Si hablamos de estar empapados tu estas el doble que yo por tu intento fallido de protegerme de la lluvia.

-De acuerdo iremos a mi departamento, para asi prestarte ropa seca

-Esta bien-Nunca hemos hablado de su hogar, no tengo idea si vive con sus padres o con alguien mas

-Y respecto a lo que paso con Agatha por favor no pienses mucho en eso ¿si?

-Totalmente de acuerdo,esa chica me dio miedo

-No eres la unica en la que causa esa imprecion

De pronto comienzo a vostesar, me siento muy cansada cada parpedeo se vuelve mas pesado hasta que no puedo mas y me quedo dormida.

-Angela!, Angela!-Escucho en un eco

-Abro los ojos y frente mio tengo a Milton sonriente

-¿Cuanto tiempo dormi?-pregunto frotandome los ojos

-Treinta minutos, todo el viaje en auto, siento despertarte pero tu ropa esta muy mojada y me niego a que continues asi un segundo mas.

Miro a mi alrrededor y me encuentro en una habitacion casi vacia solo con una cama, un closet pequeño y una mesita junto a la cama, todo es mas normal de lo que imaginaba.

-Ten, te prepare una toalla una camisa y unos boxers mios,supongo que no es lo mas adecuado para una chica pero al menos estaras seca-dice mientras me da en las manos lo ya mensionado.

Milton lleva una camisa blanca aun mojada por la lluvia, cuando se gira para salir de la habitacion me doy cuenta por la transparecia de su ropa mojada que tiene dos largas cicatrices en los omoplatos, casi identicas a las de mi madre.

-Milton!-lo llamo antes de que cierre la puerta

-¿Si?

-Tu espalda! ¿La puedo ver?

-No creo que sea...

-Por favor-lo interrumpo como de costumbre

El se gira para quedar frente a mi se quita la camiza y queda al descubierto su escultural y marcado abdomen con un tatuaje en el costado izquierdo, por un momento me olvido del porqué se quito la camisa y me quedo observando su belleza atonita.

-Antes de que mires mi espalda debo advertirte

-Shhhh!,-por primera vez lo miro inseguro con miedo, miedo a mi reaccion

Se gira lentamente hasta quedar completamente de espaldas, no puedo evitar que una lagrima caiga de mi ojo derecho y roce mi mejilla, la limpio rapidamente para que milton no se de cuenta, las cicatrices son 10 veces peores que las de mi madre estas son profundas y grandes como si le hubieran arrancado un gran trozo de piel de cada lado para luego quemar la carne viva, no me contengo mas y mis lagrimas brotan a chorros sin que las pueda parar lo abrazo en modo de disculpa, trato de lo que alguien tan cruel le hizo hace tiempo. El voltea hacia mi respondiendo tiernamente a mi abrazo.

-Tranquila!-me dice

-Pero como...-digo aun llorando,

-El como ya no importa, lo importante es que hace mucho dejaron de doler ,ahora esas cicatrices se han convertido en un recuerdo del pasado solamente.

-De un recuerdo que seguro te duele mas que lo que sea que hayas sufrido.-digo comprendiendo su situacion.

-Lamentablemente si-me limpia las lagrimas me da una de sus lindas sonrisas y me deja sola en la habitacion para que pueda cambiarme.

Termino con un boxer negro que seguramente le han de quedar muy bien a su dueño y una camisa gris que me llega hasta las rodillas.

Escucho que tacan la puerta, me peino un poco la maraña de cabello y abro la puerta.

-Pasa- le digo

Noto que en las manos trae una pizza y dos refrescos

-¿y esto?-le pregunto con una gran sonrisa ya que me muero de hambre

-Supongo que tienes hambre-se sienta en la cama y me indica que lo haga tambien

¿soy un ángel?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora