✿ one-shots; bnha ✿ [finalizado]

◕ ᴍɪᴅᴏʀɪʏᴀ ɪᴢᴜᴋᴜ, ᴛᴏᴅᴏʀᴏᴋɪ sʜōᴛᴏ ◕【ᴘᴀʀᴛᴇ 3】

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Créditos de las imágenes a quienes correspondan.

Pedido realizado por: Angie--Chan

¡Siento la demora!

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—To-do-ro-ki~.

Te ignoró.

Sonreíste, estirándote en el futón. Miraste el techo y bostezaste. Eran, exactamente, las diez. Él no había acabado sus deberes y tú no podías dormir, así que, para matar el tiempo, deambulaste por los pasillos hasta que te lo encontraste bebiendo agua.

Lo seguis... Lo acompañaste hasta su habitación y ahí te quedaste.

Te apoyaste en tu lado izquierdo y cerraste los ojos, concentrada en la mina del lápiz chocar contra el papel. De alguna forma adivinaste que la materia que estaba haciendo era matemáticas. De pronto, el sonido cesó y la silla chirrió cuando Todoroki se levantó. Oíste sus pasos pasar a tu alrededor varias veces y, al él pensar que estabas dormida, pudiste escuchar la ropa caer y chocar entre sí. Tragaste saliva inaudiblemente.

Todoroki se estaba cambiando.

Muy disimuladamente, te diste la vuelta, fingiendo estar sumida en tus sueños, y abriste ligeramente un ojo. Por poco babeaste. Te contuviste y trataste de regular tu respiración. Sabías que los de la UA tenían algunos entrenamientos especiales pero...

«Santo Dios».

Finalmente, Todoroki cerró el armario de puerta corrediza y suspiró cuando te vio. Estabas de cara a él, así que tuviste que mantener tu rostro sereno y relajado.

Tras dudarlo, Shōto se tumbó junto a ti, rodeándote para conseguir por segunda vez la comodidad. Notabas su pijama chocar con tu nariz y su barbilla en la parte alta de tu cabeza.

—Yo no lo entiendo —susurró él—. No te entiendo.

Esbozaste una sonrisa y te pegaste a Shōto. Este no se inmutó. De alguna forma, sabía que estabas despierta.

—¿Qué no entiendes? —inquiriste con la voz ronca por el sueño que de verdad empezaba a entrarte.

—Eres... Podrías ser transparente pero... Me irritas —soltó—. Este carácter tuyo tosco, atrevido, sinvergüenza.

—Me has descrito a la perfección.

—Casi nunca sé lo que piensas y me exaspera ver como te acercas y te acercas a mí cuando yo te corto para que te alejes.

—Una de mis virtudes —señalaste.

—Al final he caído a esta maldita trampa —murmuró, suspirando contra tu pelo.