✿ one-shots; bnha ✿ [finalizado]

◕ ᴍᴏɴᴏᴍᴀ ɴᴇɪᴛᴏ ◕ [lємση]

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Crédito de la primera imagen a quien corresponda; créditos de la segunda imagen a Horikoshi.

Pedido realizado por: Mafer12Lobato

Con colaboración de: Yeika14

Sorry not sorry pero os haré un spoiler de la historia: en este lemon no se usará protección. :')

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La chica cerró Sattpad cuando su profesor entró en clase y soltó un suspiro echándose hacia atrás con la silla, haciéndola balancearse sobre sus patas traseras. Alzó los brazos por encima de su cabeza y estiró, bostezando.

Aún no se había familiarizado del todo con la Clase B a pesar de ya llevar más de dos semanas en ella. Se apoyó en la mesa con un bufido y el lápiz en mano y fingió escuchar las explicaciones que le daban. Su mente estaba en otro lado, en lo que recién estaba escribiendo. O, más bien dicho, el intento de lo que quería escribir.

Digamos que a ojos de cualquiera era una joven normal. Estudiaba pero necesitaba esforzarse más. Le gustaban x cosas y le desagradaban otras. Una como cualquiera. Sin embargo, aunque no se había integrado del todo en la Clase B —ya que ella habría preferido quedarse en la A—, sus compañeros sabían que tenía un perfil en Sattpad, una aplicación donde, de alguna manera —y desde su punto de vista—, animaba a jóvenes escritores con potencial como ella.

Era bastante popular en la red, y alguna día le gustaría sacar algún libro en físico. Claro que esos sueños se quedaba en el olvido, pues creía que no tendría el suficiente talento para ello.

El caso es que tenía un pedido de un usuario desconocido —como la mayoría—, y esta persona le pedía un personaje... Diferente. Arrogante pero que tuviera la capacidad de preocuparse por su clase y luchar por ella; intentar darle orgullo de alguna forma poniéndose varias veces en ridículo por culpa de sus acciones aun sabiendo que las demás aulas podrían ser más fuertes e inteligentes que la suya.

Por supuesto, la chica no sabía muy bien cómo personificar a esta personalidad en el capítulo. No obstante, ya tenía a alguien en mente a quien pediría.

Y cuando la clase terminó, se le acercó.

—Monoma —lo llamó firmemente sin despegar los ojos de los suyos cuando este alzó la cabeza y se la encontró.

—Qué agradable sorpresa —dijo con sarcasmo—. Una chica de la Clase A hablándome; qué honor —prosiguió con su mofa.

—Ya no soy de la Clase A —lo corrigió con paciencia—; ahora soy de tu grupo.