Último último día de clases y el alivio que siento no se pueden imaginar. Desde el lunes, no volví a ver a Adam. Creo que hice un buen trabajo evitándolo. Prácticamente me siento Raven (imagen multimedia) como en la serie de Netflix, Titanes cuando ella usa su capucha todo el tiempo. Sonrío y se me ocurre una idea.
A toda prisa, me dirijo a mi bicicleta. Cuando estaba a punto de partir escucho que alguien me llama.
-¡Olivia!- No, no, no, no. Sabía de quien era la voz. Con miedo, lentamente me doy la vuelta. Axel corre hacia mí. Dejo escapar el aire al ver que viene solo.
-¡Olivia! – Me abraza fuerte, mis brazos están a mis costados y noto que estoy tensa. – ¡Te hemos extrañado mucho! No te voy a preguntar cómo estas porque ya me lo imagino así que yo te voy a decir que estoy bien y que te extraño mucho. – Axel es uno de los amigos de Adam.
-Hola, Axel. También te extrañé. – Era la verdad.
-Fue duro para la banda dejar de verte de un día para el otro. Dos años pasamos juntos y luego no te vimos más – suspira – Mira, no quiero que pienses que nos olvidamos de ti, pero no sabíamos qué hacer y decidimos darte tu espacio.
-Está bien. Tomaron la decisión correcta. Seguramente los hubiera mandado muy lejos – Nos reímos.
-En fin. Junto con los demás organizamos una juntada. Iremos al cine y luego a los bolos. Te compraremos todo el helado que quieras.
-Te agradezco la invitación, pero aún no me siento lista para estar cerca de...
-Adam no está invitado – Me interrumpe – Solo seremos yo, Javier y Harry. Nosotros en verdad te extrañamos y organizamos esta salida por ti. Iremos a ver Capitana Marvel, sabemos que tienes muchas ganas de verla – Eso era cierto. Desde nuestra primera cita ya habíamos planeado venir a ver esa película juntos y ahora pensaba ir a verla sola.
-No lo sé, Axel. No estoy de ánimo para salir. Pero gracias.
-Olivia, sé que no es nada fácil esto. Las penas se irán con el tiempo, pero mientras tanto no debes dejar de vivir tu vida. Debes demostrarte a ti misma que eres fuerte y superaras esto. Vamos, ven con nosotros. Te pagaremos la entrada y te compraremos helado. – Este tipo sabe cómo convencerme.
-Axel...
- Mira, aunque no vengas el no vendrá. No sabe nada, no está invitado. Piénsalo ¿si? Entenderemos si decides no ir, pero nos encantaría que fueras. No encontraremos a las seis en CineMax.
-Está bien, lo pensaré.
-¡Genial! Nos veremos esta tarde. – Se aleja corriendo.
Como hoy fue el último día, nos dejaron marchar más temprano por lo que cuando llegue a casa, mamá todavía no había llegado del trabajo. Subo las escaleras a mi habitación, era tanta la emoción que casi no sentía que mis pies tocaran los escalones, me sentía flash. Busco mi caja que yo misma la decoré con imágenes de mi banda favorita, R5. Son mis ahorros que iban a ser destinados para poder pagar una entrada de su concierto pero dado el hecho de que se separaron, no siento culpa por lo que estoy a punto de gastar.
Tomo mi bicicleta y rápidamente salgo en busca de un salón de belleza. Tengo planeado a ir al primero que encuentre. Pero me doy cuenta que eso no será posible porque el primer salón de belleza que encuentro se ve muy lujoso y costoso, así que busque uno que tuviera la apariencia que no sobrepasara mi capital. Al cabo de unas vueltas, encuentro uno. Bingo.
-Hola ¿en qué te puedo ayudar?
-Vengo por un cambio de look. Me gustaría que me hicieran este trabajo. – Le muestro la imagen de mi teléfono.

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Sulfira
FantasyOlivia Casanova tiene 18 años. Está por graduarse de la secundaria y además está atravesando una ruptura muy dolorosa. Su vida era muy aburrida, se la pasaba leyendo comics y viendo películas y series. Un día, cuando por fin decide salir, un hombre...