batió la deliciosa mezcla de bizcochuelo, mientras movía sus caderas al compás de la música.
volcó el contenido en un molde para luego espolvoreo azúcar encima para que se formara un caramelo.
la música se paró y sono la canción típica de un celular.
yoongi, bufo y fue a atender.
—¡hola!
—¿quién es?
—¡soy yo! namjoon.
—ah, eras tu, espero que no te moleste que cuelgue. —saco su celular del oído, a punto de colgar y...
—¡no, alto! —se escucho lo suficientemente para que yoongi lo escuche.
—¿diga? —dijo burlón.
—porfis porfis, ¿me acompañas al taller de música? porfis.
—no, bueno.
—¿eso es un sí?
—no lo sé, sí. —y colgó.
minutos después, le llegó un mensaje con los detalles.
oh, yoongi no se esperaba lo que venía.
[🤠😎]
—ni se porque acepté venir, no se tocar ningún instrumento.
—aprenderas, para eso es, creo, ¿tienes en mente lo que quieres tocar?
—el saxofón—dijo dudoso
—¿estas seguro?
—umh, si.
[🌭😎]
echo una cucharada de café soluble en su taza junto a dos cucharadas de azúcar y un chorrito de agua caliente para comenzar a batir y se haga una deliciosa espuma, sus papilas gustativas le agradecerían mucho y más su vista.
ya había llegado de haberse instrito en el taller, fue demasiado fácil ya que tan solo había tenido que rellenar algunas cosas y elegir el instrumento que se le será prestado hacía el último día.
y con el café humeante, fue a su sala de estar a escuchar por una milésima vez a ese chico.