𝑵𝒐𝒐𝒏𝒂 ♡ ~ 𝐴 𝐽𝑒𝑜𝑛 𝐽𝑢𝑛𝑔𝑘𝑜𝑜𝑘 𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑆𝑡𝑜𝑟𝑦

O2. ~Servicio a la Habitación~

Una vez que Jungkook salió del baño, me mire al espejo... Estaba hecha un desastre, el pelo despeinado, maquillaje corrido, vestido abierto, parecía que me hubiera pasado un camión por ensima.
Me reí de mi misma acordándome de lo bien que me sentía al salir del mi habitación camino a la fiesta y juré frente al espejo que no volvería a beber así.

Me quité el vestido y entre a la gran ducha. El agua caliente en mi cuerpo me relajó e hizo que despertara un poco más, aún teniendo que afirmarme de la pared para no perder el equilibrio mientras me lavaba el pelo.
Después de unos 15 minutos de relajo, apague la ducha y salí para envolverme en la toalla que Jungkook dejó para mi. Camine hacía la puerta y la abrí de golpe, tropezando un poco al salir, confirmando que los efectos del alcohol aún estaban presentes.

Jungkook estaba acostado en la cama y al verme salir de golpe, se paró rápidamente mirándome de pies a cabeza, asombrado de mi audacia al salir en toalla como si nada.

~ Lo siento, ni loca me vuelvo a poner ese vestido -Le dije mientras me sentaba en la cama.
~ Noona... Si quieres, te puedo prestar una de mis playeras -Dijo Jungkook, algo nervioso.
~ Que sea una grande -Dije mientras me desvanecí en la cama.

Jungkook se acercó rápidamente a su maleta que estaba en el suelo y saco una playera negra oversize, me la pasó y se sentó en el lado opuesto de la cama apoyándose en el respaldo.
Rápidamente me la puse sobre la toalla, para luego quitarme ésta por debajo. La playera cubría justo lo necesario.

~ Tengo hambre -Dije quejandome.
~ ¿Qué te apetece comer? -Pregunto él con curiosidad.
~ Me comería un gran plato de fruta -Dije cerrando los ojos e imaginando un arcoíris de fruta fresca frente a mi.
~ Nam me llamó mientras te duchabas, dijo que podíamos pedir servicio a la habitación si tenías hambre.

Mi amigo Nam me conoce mejor de lo que pensé, reí para mis adentros, mientras pasaba por ensima de Jungkook para alcanzar el teléfono, mientras éste quedaba inmóvil.

Hice mi gran pedido de varios platos de fruta, mientras la operadora escuchaba atenta.
Sentía la mirada de Jungkook sobre mí. Lo miré y quedamos a una corta distancia uno del otro.

~ ¿Quieres algo? -Le pregunté casualmente.
~ S-si mmm... Una pizza -Dijo mientras miraba mis labios.

Por un momento, quedé mirándolo fijo. Se veía bien con ese pelo oscuro y contactos azules.
La voz en la otra línea me sacó de mis pensamientos.

~ ¿Algo más señorita? -Dijo la recepcionista.
~ Sólo una botella de agua -Respondí, pensando en lo sedienta que me sentía.
~ Perfecto, su pedido llegará en 15 minutos a su habitación, es la 192 ¿no es así?.

Mire a Jungkook que podía escuchar claramente a la operadora por la cercanía entre nosotros. Este asintió ante la pregunta en la otra línea.

~ Si, la 192... Muchas gracias -Dije despidiendome.

Me estiré nuevamente para colgar el teléfono, para luego volver a mi lugar, pero Jungkook tomó mi muñeca con fuerza, impidiendo que me alejara. Lo mire confundida. La tensión se podía sentir en el aire. ¿Que pretende?, no creo que me vaya a... Mi pensamiento se interrumpió con sus palabras.

~ Noona, necesito decirte algo... -Dijo sin quitar sus ojos de los míos.
~ ¿Que pasa? -Pregunté con curiosidad.

Jungkook miraba todas mis facciones, poniéndome nerviosa, se notaba su timidez y lucha interna por lo que estaba a punto de decir.
Lo vi abrir su boca, tomando aire para comenzar a hablar, pero fue interrumpido por un ruido... Era la puerta abriéndose ruidosamente.
Jungkook me soltó y me di vuelta para ver al recién llegado. Era Namjoon.

~Reviviste porfin -Me dijo con una sonrisa burlona.