La Luz De Tus Ojos (Hinny)

¿Dolor? Chorradas

¿Que si me duele que el amor de mi vida, mi crush, mis pensamientos, mi mundo, mi universo...? Me he pasado. ¿Qué si me duele que Ginny esté con Dean? Nooo. A quien quiero engañar, soy patético. Estoy a unas cuadras de la madriguera, justo donde me ha dejado Dumbledore, mojado, y empiezo a caminar. En cuanto estoy cerca de la casa veo a Ginny en su ventana. Sonrío. Por fin en casa. Me voy acercando a la casa y antes de entrar oigo voces.

- Harry Potter, quién va a ser?- pregunta esa melodiosa voz que conozco tan bien. Mi Ginny.

- El mismo.- digo. Ginny voltea y corre a abrazarme con fuerza.
Poco a poco se separa de mí, mientras todos los demás me saludan. Vuelvo a estar en casa. Cenamos el delicio estofado que ha preparado la Sra. Weasley y todos van a hablar a la sala, pero yo salgo al jardín y me siento junto a roble que hay al lado de la casa.

- Ey, Potter,¿Qué haces?- pregunta Ginny con un tono de voz suave, sentada al lado mío. Yo me encojo de hombros.- Echas de menos a Sirius, verdad?- realmente creo que sabe legeremancia.

- Para mí era como un padre. A lo mejor no era el mejor ejemplo a seguir- los dos reímos.- Pero yo le quería muchísimo. Y ahora Remus está sólo, yo estoy solo.- susurro mirando las estrellas.

-¿Sabes? Eres un melodramático. Claro que ninguno de los dos está sólo, Harry. Os queremos, a los dos, y somos vuestra familia. Me importas muchísimo Harry, y nadie va a romper nuestra amistad.- sé que puedo contar con ella, y que le importo, pero me ve como eso... Un amigo, quizá hasta como un hermano. Soy un completo imbécil.

- Gracias por todo. Eres la primera persona con la que hablo de Sirius.- le digo, aún con la vista en las estrellas.

- Es un placer hacerte de psicóloga, Harry.- lo que voy a decir duele.

-¿Qué tal te va con Dean?- ¿Veis? Ya empieza a doler.

- Bien, supongo.- susurra.

- No quiero que nadie te haga daño como pasó con Michael, sabes? Tú también me importas mucho.- ella apoya su cabeza en mi hombro.

- Le quiero muchísimo, Harry, y no creo que sea capaz de hacerme daño.- susurra.

-¿Estás enamorada de él?- definitivamente soy masoquista.

- No lo sé. Eso es algo que se descubre después de estar juntos por tiempo.- "pues, perdona que discrepe, pero yo me enamoré de ti desde el primer momento, desde aquel día en la cámara de los secretos" pienso para mí mismo. Ella entrelaza nuestras manos.

- No lo creo.- digo al fin.

Ginny's POV.

-¿Qué tal lo tuyo con Kate?-

- Kate y yo no estamos juntos. Somos amigos, nada más. A mí... Me gusta otra persona.- eso duele.

-¿La conozco?- Harry despega la vista de las estrellas y se gira a verme. Nuestros rostros están a poca distancia, muy poca.

- Si, la conoces.- siento su respiración sobre mis labios.

-¿A caso t enamoraste de Hermione?- el niega con la cabeza y nuestras narices se rozan.

- No, pero es Gryffindor.- susurra.

- Entonces descartamos a Luna.- mi voz es casi enexistente a estas alturas.

-¡¡HARRY, GINNY!! ¡ES HORA DE DORMIR!- grita mi madre. Aparto la cara dando gracias a que no puede ver mi sonrojo y nos levantamos del suelo. Nos dirigimos hacia la casa y entramos. Cuando estamos frente a mi habitación me despido.

- Buenas noches, Harry.- dejo un beso en su mejilla y entro en el cuarto cerrando la puerta y me tiro a la cama en plancha como si fuera una comiquita.

- Hay Demel, qué bien me vendría tu psicología ahora mismo.- me pongo mi pijama(multimedia) y me meto en la cama, pero algo se mueve en mi pierna y salgo disparada de la cama. Hay una araña del tamaño de una nuez sobre mi cama. Salgo de la habitación y choco contra alguien y los dos caemos. Es Harry.

-¿Ginny, qué...?-

- A-araña, hay una araña enorme, s-soy alérgica a las arañas.- miro mi pierna y gracias a Merlín que no me picó. Harry se levanta del suelo con cuidado y me ayuda a que yo me levanté también. Entra al cuarto con la varita en alto y ve la araña sobre mi cama.

- Araña éximen.- dice, y la araña desaparece. Gracias a Merlín.

- Santo Merlín, gracias Harry. Menos mal que no me picó.- digo abrazándole. Él me acaricia el pelo y nos separamos.

- Iba a tomar una taza de leche caliente para dormir, quieres tú una?- yo asiento y bajamos juntos al salón con cuidado de no hacer ningún ruido. Cuando estamos en la cocina Harry prepara las dos tacitas de leche con cacao y me extiende una.

- Gracias.- dijo.

- No sabía que eres alérgica a las arañas.- yo reí.

- El miedo de Ron a las arañas es porque una vez de pequeña me picó una araña y me convertí en un globito de tres años y me tuvieron que llevar a San Mungo. Muy poca gente sabe eso sobre mí. Solo mis hermanos y padres, Mione, Demelza y tú.-

- Es bueno saberlo, Weasley.- susurra sonriendo.

- Supongo que lo es, Potter.- susurro yo dando un trago a mi cacao, que a los pocos segundos ya me he terminado.

- Buenas noches Gin.- susurra y me da un beso en la mejilla, para luego perderse en la inmensidad de la sombra del salón. Acaricio mi mejilla y me asomo a la ventana. Hoy hay Luna nueva, bonita noche para ver las estrellas. Voy de nuevo a mi cuarto y me pongo a pensar.¿Estoy enamorada de Dean?¿De verdad lo amo o estoy perdiendo el tiempo?¿Por qué Harry me hace sentir segura, libre?¿Si mi mamá no nos hubiera llamado, me habría besado?¿Por qué me molesta que le guste otra chica?¿Quién será esa chica misteriosa?