La Luz De Tus Ojos (Hinny)

¿Preparada?

Hermione entró a la habitación y miró perpleja a su mejor amiga. El vestido era sencillamente deslumbrante. Una fina composición de encaje que se marcaba perfectamente al cuerpo de la pelirroja. de mangas largas y transparentes, con detalles de flores esculpidos en encaje blanco, ciñéndose a ella hasta las muñecas. El escote de corazón que se abría en pico hasta llegar al abdomen. Su cintura se veía enmarcada por el ceñido vestido, que dejaba paso a sus hermosas caderas. Este se ajustaba hasta llegar casi hasta las rodillas, y desde aquí se abría hasta llegar al suelo. Sus mangas de encaje floreado semitransparente hasta llegar a sus muñecas. Su hermoso cabello rojizo caía enmarcado por dos trenzas sueltas, formando una corona en la parte trasera de su cabeza, adornado por hermosos ramilletes de pequeñas flores silvestres de color blanquecino. Las lágrimas invadieron tanto los ojos de Hermione como los de Ron, Arthur y Molly, que esperaban pacientes en el marco de la puerta.

- Mi niña... Mi pequeña Ginny, se va a casar. No puedo creerlo.- las lágrimas caían silenciosas sobre las mejillas de Molly, mientras su única hija se esforzaba por contenerlas. Había pasado tanto tiempo...

Flashback:

-¿Qué somos?- Ginny fue clara y segura, cosa que a Harry le encantaba.

-¿Yo?... Ehh ¿Q-qué quieres ser conmigo? Porque yo... Yo quiero todo contigo.- Harry fue tímido y dulce, cose que a Ginny la derretía.

- Seámoslo todo entonces.- le respondió ella, para un instante después besarle con mucha dulzura.

Fin del flashback:

- Ginny, tenemos que irnos ya.- dijo el padre de Ginny, y ayudando a su hija llegaron a la esquina antes de emprender el hermoso camino de pétalos de rosa que llegaba hasta el altar, colocado en mitad de una playa desierta en las Islas Canarias.

    Ginny y su padre comenzaron a caminar por el camino al son de una hermosa canción, todos los invitados se veían emocionados, pero Ginny se preocupó al ver a Harry, serio, frente al altar, pero en la mente del azabache no había más que un hermoso recuerdo. Su primera cita.

Flashback:

   Con la ayuda de Seamus, Harry había preparado un pequeño picnic en los jardines del campo de Hogwarts, Ginny caminaba distraída cerca suyo leyendo un libro que Harry le había regalado esa mañana, por su primer mes como pareja. Al levantar la vista y ver a Harry, su sonrisa desveló una mezcla entre diversión y ternura.

    - Harry, no hacía falta.- murmuró, un poco sonrojada.

    - Harry miró a Demelza, que les espiaba detrás de unos árboles, disimulando de muy mala manera.

     - Sabes que sí, no quiero morir tan joven.- le contestó. Una idea cruzó la mente de Ginny.

     - Sería... Una auténtica pena la verdad.- pronunció con voz seductora, indicando a Harry que se sentara. Cuando este, extrañado, cumplió, Ginny se sentó encima suya e introdujo la mano bajo la camisa de su novio, acariciando su abdomen, respirando contra su cuello. Harry se sonrojó muchísimo, y su pulso subió al instante.

    - Ay, ya lárgense a un hotel!- gritó Demelza antes de desaparecerse, mientras Ginny se apartaba y estallaba en risas.

Fin del flashback:

Ginny llegó al altar, y Harry no podía parar de mirarla... Se veía tan perfecta... Con su deslumbrante cuerpo completamente ceñido al vestido. Parecía casi irreal que Ginny Weasley se fuera a casar con él.

     - Tú también te ves bien.- susurró ella por lo bajo. Tras oír las palabras del cura, era el momento de pronunciar los votos.

     - Ginerba Molly Weasley, hoy, como buen Potter que soy, estoy aquí, en la playa donde se casaron mis padres, y antes de ellos mis abuelos, ofreciéndote el anillo con el que ellos se desposaron, y mi amor. No te puedo prometer una vida perfecta, llena de lujos y riqueza, pero te puedo prometer que te amaré cada segundo que esté a tu lado. Cuidaré de ti, y juntos lo haremos de nuestros hijos, que algún día estarán aquí, como yo lo estoy, ofreciéndole amor a su pelirroja.

    Todos a estas alturas estaban conmovidos. Era el turno de Ginny.

    - Harry James Potter... Sabes que estas cosas no son lo mío, pero también sabes que esto es de corazón.
Desde incluso antes de conocerte, he estado loca por tí, pero cuando empecé a conocerte, cuando empezaste a gustarme, me di cuenta de que eres mucho más que Harry Potter. Eres el amor de mi vida, y hoy te juro que no amaré nunca a nadie tanto como a tí. Eres la razón de que esté donde estoy, porque tú siempre creíste en mi... En nosotros, y por ello, te doy las gracias, y te prometo pasar contigo el resto de mi vida. Te amo.-

    - Por el poder que me ha sido conferido, yo os declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.

    Y con ese hermoso gesto de amor, Harry y Ginny sellaron una eterna promesa. Amarse hasta el fin de sus días.