Bueno chicxs, disculpen la demora pero este capítulo salió re largo. Aquí va lo prometido. Espero les guste y les aviso que ahora solo queda el epílogo.
Agradezco infinitamente todos sus comentarios. Son un incentivo para seguir escribiendo esta linda historia. 💜💜💜
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Renato lo agarró del brazo, haciendo que lentamente alejara la mano de su cara.
"Escuchame, Juan-"
"Dale, no seas tímido" se rio Juan, subiendo su otra mano para acariciar la otra mejilla del castaño. "Sé que te gusto también, me mandaste todas las señales la otra noche en la joda. Vení."
Renato no tuvo tiempo de alejar las manos de Juan otra vez o decirle que 'no, que había malentendido todo. Renato no le mandó ningún tipo de señal'. Porque de repente Gabriel, en un abrir y cerrar de ojos, agarró al chico de la sudadera y lo alejó bruscamente de Renato.
Por la manera en la que Juan se tambaleó, sin equilibrio, Renato confirmó que probablemente había bebido demás en la fiesta de cumpleaños.
"¡Pedazo de mierda! ¡¿No te das cuenta que Renato no quiere nada con vos?! ¡Desaparecé ahora mismo o te reviento a piñas!" le dijo Gabriel entre dientes, con la mandíbula apretada y la expresión aterrorizante. Estaba mucho más enojado que hace dos noches. Mucho, mucho más.
La concha de su hermana."¿Ah si?" resopló Juan, caminando hacia Renato nuevamente. "¿Y qué si no lo hago?"
Gabriel se puso delante del castaño – aun cuando Renato era unos centímetros más alto – y no dejó que Juan se acercara ni un paso más al menor. El rizado agarró a Juan de la sudadera, haciendo sonar los nudillos con la fuerza de su agarre.
"Si lo tocas a Tato una vez más te juro que te arrastro a patadas hasta la calle y voy a hacer que te arrepientas de siquiera haber puesto un ojo encima de él"
Juan le dio una sonrisa engreída como respuesta. Cuando Renato vio a Gabriel empuñar la mano, se la agarró de inmediato, previniendo que le diera un trompazo en la cara al stripper.
"¡Gabi! Míralo, el chabón está en pedo", dijo el castaño, apretando la muñeca de Gabriel, intentando hacerlo entrar en razón. Renato no estaba contento con lo sobón que se había puesto Juan, pero podía entender que quizá el pibe había bebido más allá de su límite. La otra noche el chico no se había comportado así. "Dale, soltalo. Me dijo que estaba trabajando en una fiesta de cumpleaños, quizá bebió demasiado".
"Te tocó" dijo Gabriel entre dientes, su voz teñida por la ira.
"Si sé, pero- pero soltalo, ¿por favor? Deja que se vaya, Gabi" el castaño le suplicó, tratando evitar una pelea en el lobby del hotel.
Gabriel lo pensó por un par de segundos y luego soltó la sudadera de Juan. El stripper jadeó y miró con ojos asesinos a Gabriel, aunque su mirada parecía algo desenfocada. Intentó mirar a Renato, pero Gabriel se puso en medio nuevamente, evitando que pusiera sus ojos sobre el castaño.
"Aléjate de él" le advirtió Gabriel con un tono mordaz. "Vámonos, Tato".
El castaño asintió cuando Gabriel se dio la vuelta. El rizado agarró la muñeca de Renato alejándolo de Juan sin decir palabra. Caminaron fuera del lobby hacia un pasillo que conectaba con los ascensores. Gabriel no soltó su mano hasta que se quedaron solos.
"¿Estás bien?" fue lo primero que preguntó, finalmente dejando ir la mano de Renato para tomar su barbilla suavemente.
"Si, no te preocupes. Él no- es sólo que él no me dejaba de tocar" dijo Renato, sacudiendo la cabeza para tratar de bajarle el perfil al asunto. Juan lo había acariciado de una manera que Renato no quería, pero no alcanzó a hacer nada más, no alcanzó a dañarlo de ningún modo. "Posta, Gabi. Está todo bien. No tenías por qué hacer eso. Yo me puedo cuidar solo. Pero gracias- gracias por ayudarme".
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La Noche Casi Perfecta
FanfictionHace 6 años, Renato Quattordio casi tiene la mejor noche de su vida con el mejor amigo de su hermano - y eterno amor platónico - Gabriel Gallicchio. O así fue hasta que Gabriel arruinó todo argumentando que no podía meterse con el hermano chiquito d...