He's a Dragon

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Stiles estaba emocionado, su madre le había dicho que hoy visitarían a una vieja amiga suya, y lo que era mejor, a más niños de su edad.

A Stiles le gustaba jugar con niños de su edad, los niños de la escuela no sabían lo que Stiles era a excepción de su mejor amigo, pero a él le ponía triste que los demás niños no pudieran entenderlo como él. Así que se sintió doblemente feliz cuando le dijeron que estos niños podrían entenderlo.

Él no dejó de moverse inquieto en el auto de mamá, y no había dejado de expresar las ganas que tenia de jugar con los niños. Su madre se reía de su entusiasmo diciendo que debía calmarse.

Al llegar a una hermosa casa en medio del bosque su madre lo cargó fuera del auto, y él pudo distinguir a los niños corriendo en frente de la casa, con un par de grandes perros que los seguía a todas partes, pudo escuchar las risas de los niños e inmediatamente comenzó a moverse aún en los brazos de la mujer, quien volvió a reírse de su actitud. De pronto su vista fue bloqueada por una hermosa mujer mayor, tenía una sonrisa dulce en su cara, pero sus ojos provocaban escalofríos en él, la mujer se acercó a ellos saludando a su madre.

-Claudia querida, me da gusto que vinieras-

Ambas mujeres se saludaron y abrazaron rápidamente, Stiles entendió que la mujer era la amiga de su madre.

-Stiles, ella es Talia Hale, Alfa de la manada Hale-

Esa palabra llamó su atención, sabía que la había escuchado antes en boca de sus padres.

-¿manada?- preguntó con curiosidad.

-así es pequeño- Talia Hale le sonrió y se inclinó un poco para revolver su cabello.

-los Hale son hombres lobo cariño- aclaró su madre señalando a los niños jugando con los caninos -¿lo ves? Algunos están en su forma de lobo-

Stiles asintió y de repente se sintió un poco apenado por confundir lobos con perros.

-¿no hay dragones?- preguntó con algo de esperanza en su voz.

Porque cuando a Stiles le dijeron que los niños lo entenderían pensó que se referían a eso, que podría conocer a más dragones como él. Stiles y su madre eran dragones Shifter, ellos no eran como los dragones de los libros, grandes reptiles escupe fuego que viven en cuevas custodiando tesoros, no, ellos sólo podían obtener alas y escamas, y algunas veces un poco de fuego, o al menos su madre podía, él era muy pequeño y sólo tenía sus pequeños cuernos ocultos entre su cabello.

Pero ser los únicos dragones de la ciudad podía ser solitario, porque Stiles no entendía la necesidad de esconderse, él creía que ser lo que era, pues, era increíble, pero sus padres le dijeron que no todos entenderían eso. Entonces, cuando él pensó que podría jugar con otros dragones se emocionó y no pudo evitar su decepción al escuchar la respuesta de su madre.

-no cariño, no hay dragones-

Él se desilusionó un poco visiblemente, y se presionó un poco contra el cuello de su madre. Pero él no duró mucho en su escondite, porque Stiles era curioso, y cuando escuchó la voz de otro niño su curiosidad pudo más que sus ganas de no ser visto.

-¿mamá...?- el pequeño Derek Hale de ocho años se acercó a su madre con algo de cautela y curiosidad.

-Derek- La mujer extendió una mano para acercar a su hijo y presentarlo a los invitados - Stiles, él es mi hijo menor, Derek, creo que es un par de años mayor que tú-

Stiles miró al chico con genuino interés y lo analizó, el chico se escondía tímidamente tras su madre y trataba de no ser visto, eso le causó gracia ¿no se suponía que los hombres lobo eran feroces? Derek, que parecía indeciso sobre qué hacer, recibiría una caricia en su cabello por parte de su madre quien señaló al pequeño dragón con la cabeza.

-Hola... - era un saludo tímido, pero a Stiles le gustó escuchar su voz.

-eres muy tímido- Stiles pidió ser bajado y en cuanto su madre cumplió su petición trató de acercarse al chico- ¿o te doy miedo?-

Derek negó con la cabeza, y pudo notar que sus mejillas se ponían rosadas, eso lo hizo reír.

-A Derek le cuesta trabajo hacer amigos, pero creo que tú le agradas Stiles-

El chico aferrado a su madre asintió lentamente y él lo consideró un momento.

-Soy Stiles, bueno en realidad ese no es mi nombre pero todos me dicen así, sólo mami puede decir bien mi nombre- el dio la explicación sobre su nombre que siempre considero necesaria- quiero ser tu amigo- le sonrió al chico intentando que este notara que hablaba en serio. Stiles tampoco era bueno haciendo amigos.

El chico, Derek, sonrió al ver el gesto de Stiles y salió de detrás de su madre, acercándose por fin al menor.

-soy Derek- el chico olfateó un poco el aire e hizo una mueca de confusión -¿que eres?-

Stiles se sorprendió un poco por su pregunta pero respondió con entusiasmo.

-¡Un dragón!-

Eso consiguió las risas de las mujeres presentes y un poco de atención del resto de niños, vio que los ojos de Derek se abrían con impresión y se emocionaba visiblemente.

-¡Wow! ¿En serio?- él se acercó con más entusiasmo esta vez.

-ajá- Stiles se agachó un poco y le mostró sus pequeños cuernos en su cabello- ¿lo ves?-

Derek volvió a parecer impresionado y casi de inmediato extendió una mano para tocar los pequeños cuernos, pero se detuvo a medio camino, como si considerara si estaba permitido o sería grosero. Aún así su emocionado no disminuyó.

-increíble-

En ese momento Derek tomó la mano de Stiles y lo llevó corriendo a donde estaba el resto de niños y lo presentó como "su nuevo e increíble amigo Stiles el dragón" todos se acercaron con intriga y observaron sus pequeños cuernos, él se sintió un poco cohibido pero la conmoción desapareció cuando comenzó a jugar con todos.

Stiles no se fue decepcionado esa tarde, porque ahora sabía que era verdad lo que le habían dicho, los Hales eran niños que entendían, entendían como se sentía Stiles, y entendían que él era diferente de una buena forma. Así que Stiles fue feliz de tener amigos como él, y al llegar a casa él le contó a papá sobre su nuevo y genial amigo Derek hombre lobo.

Compañeros y Tesoros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora