Capitulo 8

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Miro hacia las escaleras y ahí está el, está pensativo sin saber si bajar o no. Me levanto, y me acerco a el, el retrocede pero insisto. Llego hasta el y el me mira con los ojos llorosos, se que estas fechas no le gustan, y que necesita mucho cariño. Le abrazo, el me abraza con fuerza, no se encuentra bien, se que me necesita, y se que lo está haciendo por mi. Me aferro a el, añoraba tanto sus brazos, su olor y su presencia...

— No llores pequeño —susurro.

Con eso lo único que consigo es que rompa a llorar, y todas las miradas de los que estaban en la mesa se posan en nosotros. Tiro de Dani hasta donde no nos puedan ver, me siento con el en un pequeño asiento que tienen al lado de la escalera. No levanta la vista del suelo, me parte el alma verlo así.

— Ey —me mira— estas consiguiéndolo Dani, lo estás intentando y estás ganando puntos.

— No puedes darme a elegir entre mi abuelo y tu Mia —dice con la voz rota— no puedo elegir entre los dos.

— No te estoy dando a elegir Dani, solo intento ayudarte a superarlo, déjame ayudarte —cojo su mano y el vuelve a agachar la cabeza.

Se levanta y le miro, veo como duda y opta por bajar por las escaleras y voy tras el, veo como se acerca a la mesa, da las buenas noches disculpándose y se sienta. Sonrío ante su gesto y Eva me mira sorprendida.

— Cuéntame el secreto —me dice riendo.

— Soy una de sus debilidades —sonrío y me siento a su lado, anteriormente estaba entre Jesús y mi madre, pero Dani le había hecho cambiarse a Jesús para estar a mi lado.

En cuanto me siento, se apoya en mí, no esta a gusto, pero se que lo está intentando. Cojo su mano, y el entrelaza la suya con la mía. Beso su mejilla y el sonríe un poco.

Su madre le sirve de cenar.

— Mamá no quiero tanto —dice bajito.

— Dani eso no es mucho —le mira.

— Mamá, no quiero tanto —repite.

— Come lo que quieras cariño —deja de servirle.

Dani empieza a cenar y yo sigo cenando también, noto su mano en mi pierna y bajo mi mano para que me la coja.

Terminamos la cena y Eva sonríe.

— Bueno, ahora vamos a pasar a el amigo invisible —sonríe.

Me levanto y subo a la habitación que será mía estas vacaciones junto a mi hermano.

Cojo mi regalo y bajo.

— Iremos levantándonos uno a uno y dejaremos los regalos en el sofá sin mirar —comenta Eva.

Nos levantamos uno a uno y los vamos dejando.

— Yo los reparto vale? —me levanto— Mamá.

Se levanta y lo coje.

— Uau, me encanta, esta es la maquina de coser que yo quería —sonríe.

Cojo otro y sonrío.

— Dani —se levanta y lo coje no muy convencido.

Lo abre y sonríe, acto seguido me mira, mierda, me ha pillado.

— Estúpida —musita y sonríe sin dejar que nadie lo vea.

— Pero enséñalo hijo —dice Eva.

—Es personal mamá —coge el otro regalo.

— Ese si lo puedes enseñar —me mira y asiente.

Lo abre y vuelve a sonreír.

¡Votad y comentar!

¿Que creéis que le ha regalado Mia a Dani, para que sea tan personal?

¿Y el segundo regalo? Hagan sus apuestas en los comentarios.


Kiss me under the mistletoeWhere stories live. Discover now