F R I E N D S [Rogery/Froger] ©

F r i e n d s : 2

-¡Roger! -Exclamó el desconsolado pelinegro echándose en los brazos de su amigo-. ¡Barbara rompió conmigo!

-¡Freddie! ¡Pesas! -Se quejó el rubio sosteniendo el cuerpo del mayor y cerrando la puerta de su casa.

-¡Roger..! -Sollozó Freddie dejando caer todo su peso en el menor, mientras unas delgadas lágrimas cubrían sus mejillas.

-Bueno, bueno... Por lo menos has tu berrinche en mi cuarto -dijo Roger arrastrando a Freddie escaleras arriba.

Una vez en la recámara del menor Freddie se tiró sobre la cama ajena, haciéndose bolita y llorando desconsolado.

Roger rodó los ojos, ¿cuántas veces había visto la misma escena? Había dejado de contar después de diez...

Siempre la misma puta escena, con la misma serie de frases de principio a fin.

“Hey, Roger adivina con quién estoy saliendo... ”

“¡Se acabó!”

“Hey, rubia. Comencé a salir con...”

“Creo que me gusta más como una amiga, es decepcionante...”

“¡Se me declararon y acepté! Puede ser la buena”.

“Me engañó con otro...”

El mismo patrón y el mismo dolor se quedaban en la mente de Roger, cansándolo.

Y el más reciente había terminado igual.

“Barbara me entiende muy bien y es maravillosa, es mi nueva novia”.

«Qué estupidez...» Pensó el rubio prendiendo su Atari y sentándose frente al televisor.

El juego comenzó y Roger encendió un cigarrillo, dejándolo reposar en su boca.

Freddie apartó su rostro de las cobijas de la cama y asomó uno de sus ojos para observar la nuca de su amigo.
Rodeó los hombros del menor y escondió su rostro en la curvatura del cuello ajeno.

Roger sintió como su corazón se volvía loco y golpeaba su pecho desenfrenadamente.
Debía actuar normal, afortunadamente Freddie no alcanzaba a ver su notorio y fuerte sonrojo.

-¿Quieres hablar de eso..? -Pronunció agradeciendo internamente que el tono de su voz no fuera el de una gallina temblorosa.

-Rog... ¿Por qué mis relaciones siempre terminan así..? -Le dijo en tono bajo al menor-. ¿Será mi culpa..?

-No lo es... -Respondió suavemente-. No es tu culpa el enamorarte...

-Entonces, ¿por qué..?

-No te preocupes, Fred... Ya encontrarás a una chica... Easy peasy, bro' -dijo acariciando las hebras color obsidiana del mayor con intención de consolarlo.

Freddie se apartó por un momento de Roger, bajándose de la cama y acostándose en el regazo del rubio.

-¿Enserio lo crees..? -Volvió a preguntar, arrebatándole el cigarro de la boca al ojizarco y colocándolo en sus labios para darle una calada.

Las pupilas de Roger se mantuvieron en las finas facciones del persa, y en sus ojos rojos por las lágrimas.

-Por supuesto... -Sonrió con ternura-. Eres increíble, Freddie-pooh. Las personas increíbles siempre van a ser amadas.

-Gracias, blondie... Eres un encanto -afirmó Freddie tomando la mejilla del menor para apretarla con ternura.

Roger miró los labios del mayor y tragó saliva, para luego apartar la mirada hacia el televisor.