Capitulo 26

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El sonido de un motor en marcha hace que abra los ojos de golpe, mi pulso se acelera a medida que mi vista explora mi alrededor con rapidez, estoy dentro de un vehículo, totalmente oscuro a excepción de las luces de fuera que logran iluminar el interior del coche, asientos de cuero negro, limpio, impecable como si hubiera sido sacado de la concesionaria, parpadeo un par de veces y rápidamente miro al hombre detrás del volante, una mano descansa sobre el volante del BMW y la otra sujeta con fuerza el cambio de marchas ya puesto en reversa, subo la vista hacia el rostro del ya conocido conductor, unos ojos azules grisáceos me miran con sorpresa y cierto alivio, sus labios se movían pero mi mente se desconectó, como en estado de shock.

Nathan

Sin embargo su presencia no logra tranquilizar mi agitado corazón, un mal presentimiento se cierne sobre mi, no se que hago aquí y aunque me gustaría preguntárselo, no puedo, palabra alguna sale de mi boca y mi mente empieza a imaginar infinidades de posibilidades, Matthew, tal vez estaba en lo cierto, se ha aliado con Adrián y Nathan? No, suena tan ilógico...

– que hago aquí? – pregunto finalmente.

Nathan frunce el ceño como si acabara de hacerle alguna pregunta estupida, odio cuando hace eso, ocultarme información, mas no insisto, no se cuanto tiempo he estado inconsciente, pero a juzgar por su reacción y por el sitio donde me encuentro, no ha sido mucho tiempo, sin decir nada mas, salgo del vehículo.

– por favor entra – me pide Nat siguiendo mis movimientos – no puedes volver allí – señala con preocupación la mansión, mi hogar, el lugar más seguro en lo que a mi respecta.

Dudo. Algo en mi interior me suplicaba que diera la vuelta y me fuera, que mi hijo me esperaba, pero otra parte me susurraba que entrara y terminara lo que empecé ¿que debo hacer? A cada paso que daba en dirección a mi hogar mi corazón latía con más rapidez, inseguro. Di un respingo asustada cuando el pequeño móvil que Matthew me dio empezó a vibrar oculto entre mi escote, con manos temblorosas miro la pantalla que no deja de parpadear por una llamada entrante, me detengo frente a la entrada principal y contesto.

– Matthew?– pregunté extrañada, el número no era el mismo que el de los días anteriores.

Tras terminar de formular la pregunta algo en mi interior se rompió, voces en mi interior me gritaban rabiosas lo imprudente que había sido, lo había delatado.

– así que esto es lo que hacías a mis espaldas – escuché una voz que inmediatamente identifiqué como la de Adrián, sabía que tenía el móvil en la oreja sin embargo intuí que no hablaba conmigo – CONSPIRAR CONTRA MI! – gritó sorprendiéndome.

Un sonido sordo se escuchó al otro lado de la línea, no supe identificar que era, quise preguntar lo que estaba sucediendo pero un terror casi enfermizo dominó mi cuerpo paralizándome completamente, quise dar un paso hacia adelante, buscar a mi hermano pero era como si mis tacones estuvieran pegados al piso, las puertas estaban abiertas, podía ver el interior y todo parecía estar normal, los invitados caminaban de aquí para allá despreocupados, sin embargo aquello no me tranquilizó en absoluto, al contrario, lograba que mi ansiedad aumentara más y más.

– ahora te diré lo que harás – la voz de Adrián se volvió a escuchar después de un breve silencio, su tono de voz no daba espacio a réplica alguna – tu y yo vamos a llegar a un acuerdo, te espero en el despacho de tu padre.

No me da tiempo a contestar ni preguntar nada, cuelga el teléfono dejándome más confusa, sigue en la casa, en mi despacho, no se siquiera si aquella era una buena noticia o mala, sabía lo que quería, lo que no sé, es hasta que punto pensaba ceder ante sus absurdas demandas.

Empiezo a caminar nuevamente sin intención alguna de encontrarme con él, tal y como ordenó, no hasta no tener al menos un plan, me mata no saber el panorama con el que me encontraría una vez subido esos escalones, quería huir, diablos! Si quería, pero tampoco podía permitírmelo, mi hermano está allí arriba, y aunque no lo conozco lo suficiente, siento que no debería darle la espalda. Decidida camino hacia unos de mis hombres de pie junto a las escaleras, pero antes de poder llegar a él, una mano se cierra al rededor de mi brazo y tira de mi impidiendo así que pueda continuar mi recorrido.

YOU WANT ME? (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora