Capítulo 15

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No lo voy a negar, me dolió que rechazara mi oferta a pesar de que al segundo en el que se lo dije me arrepentí, no estaba preparada para tenerlo en mi casa noche y día, iba a negarme que me trajera a casa en su moto pero no me vi capaz de decirle que no, además no tenía dinero y no sabría como volver a casa.

- buenas noches.

Saludo a Sonia mientras cruzo la puerta de entrada a la sala donde se encuentra Nathan jugando con Jay a la play, no se que tan interesante puede ser jugar a esa tonta cosa, ambos se giran a verme cuando la puerta se cierra detrás de mi, mi hijo salta del sofá y viene corriendo hacia mi, aún sigue siendo su cumpleaños y no resultó ser para nada la esperada.

- peleaste genial mami - dice dándole dos puños al aire.

Sonrío y le doy un beso en la frente, le anuncio que iré a darme una ducha y subo a mi habitación, me depojo de toda mi ropa y me introduzco en la amplia ducha, dejo que el agua se lleve la sangre seca de Jase pegada a mi cuerpo, pronto el agua se torna de un color rojizo, me dejo caer en l piso y abrazo mis piernas dejando que la critalina agua caiga del techo como lluvia camuflándose con mis lágrimas.

- para ya!- me reprendo a mí misma.

Ni siquiera se porqué estoy llorando, solo vi como atentaban contra la vida del padre de mi hijo, no es la gran cosa, no debería preocuparme por él ni por nadie.

Recuerdo que en el instituto me decían que acabaría vieja y sola, sin nadie que me acompañe y tenían razón, tengo veintiséis años y sigo soltera, viviendo en una mansión que me recuerda lo sola que estoy, soledad, es todo lo que la vida me prepara, nada mas que eso, Jay me acompaña, pero cuando se case y se vaya de casa, será mi fin, todo habrá acabado, me compraré gatos y seré la vieja de los gatos igual a la que sale en esos dibujos animados de los simpson.

(...)

Bajo a la sala donde los dos siguen jugando a la play, con cariño le ordeno a mi hijo que vaya a dormirse pues ya son casi media noche y mañana tiene que ir al colegio, necesito tener una larga charla con el que creía era el hombre mas honesto conmigo, Nathan me mira de arriba abajo y puedo ver como su mirada se oscurece lleno de deseo, solo llevo puesto una blusa de seda sin sujetador y con un gran escote en la espalda con un pantalón corto negro.

— así que Alex Campbell es tu amigo — afirmo cruzándome de brazos.

No puedo creer que no me haya dicho que lo conocía, le conté todo sobre el y no fue capaz de decirme que eran amigos de a saber donde, me engañó, y si me ocultó algo como eso, no se cuantas cosas mas me habrá ocultado.

— no se porqué te enfadas — dice frunciendo el ceño. No lo entiende— sí, fuimos amigos, no es la gran cosa.

Agita la mano quitándole importancia. Agggg. Debió decírmelo, no iba a juzgarle, solo no me gusta que me tomen desprevenida y Alex consiguió su propósito, estoy demasiado enfadada y herida como para tomármelo tan a la ligera, dispararon a mi...a Jase, le hirieron y aunque no fue grave, ese momento se quedo grabado en mi mente y Nathan parece no importarle, no le importa nada, ni siquiera se porque volvió después de haber desaparecido por mas de dos malditos años.

— vete.

Ahora mismo no quiero ni verlo ni tampoco hace el intento de quedarse a solucionar las cosas, coge su chaqueta y se marcha dando un fuerte portazo, es exasperante y un orgulloso, si cree que no tiene por que disculparse no lo hará, por desgracia lo conozco y se que su orgullo se lo impide. De pronto escucho unos gritos provenientes de la cocina, miro la hora de reloj colgado en la pared y sonrío al ver que son casi la una de la madrugada, sonrío por lo que eso significa. No quería que sucediera en el cumpleaños de mi hijo, pero técnicamente ya no lo es.

YOU WANT ME? (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora