Todos sabían lo dispareja que estaba mi relación los únicos que nos queríamos seguir engañando eramos nosotros mismos.
Salíamos juntos aunque estar cerca era lo que menos queriamos.
Aquella mujer tierna y detallista que un día fui se transformo en una grosera y sin atenciones hacia nadie.
Fue algo enfermizo yo solo quería que el sintiera todo el dolor que yo en aquellos momentos había sentido. Gritandonos y en un punto hasta a corrernos de la casa, pero yo no podía estar lejos de el creo que yo prefería aguantar sus malos tratos que dejarlo no por amor si no por que en mi mente se mantenía la idea de que si no era el nadie más me querría.
Lo cual no fue así ya que llego un hombre a mi vida con la limpia intención de ayudarme siendo tan importante en mi vida que creo que llego a importarme mucho más de lo que creí, aceptaba salir con el por que me daba seguridad y era unos años mayor así que me aconsejaba muy bien aunque muy pocas veces tome sus consejos lo dejó en claro de haber sido así sería una historia muy diferente la que les estaría relatando.
