La puerta

¿un mal sueño? (parte 2)

-si claro

Era un chico encantador, pero su voz me ponía muy nerviosa, y llego un punto en el que me empecé a sentir mal.

-disculpa, me estoy mareando y no me encuentro bien

-¿quieres un vaso de agua?

-si, por favor

No encuentro explicación a lo que me está pasando... no he bebido alcohol, no he estado enferma en mucho tiempo, me he comido una manzana y solo ha pasado una hora...

-ya estoy aquí, toma tu agua

-gracias...

De repente me sonó el móvil. Era el, Alejandro.
El estómago me dio un vuelco fatal.

-¿quieres un poco de privacidad para hablar?

-si, estaría bien

Me guió a un jardín trasero, algo raro en una casa de playa, aunque hay que admitir que era un jardín muy bien cuidado, además de bien decorado.

-ya hemos llegado, cuando termines estoy en la sala principal ¿vale?

-vale gracias...

*acepto la llamada*

Alejandro: hola... ¿como estas?

-bien... oye, ¿como es que me estas llamando?

-bueno, me preguntaba como estabas... y... ¿quieres quedar el sábado en nuestro banco?

Dios, nuestro banco.
Lo había olvidado, allí fue donde nos pedimos salir a la vez el uno al otro, fue muy gracioso, pero no quería recordarlo en este momento.

-Alejandro, nuestra última conversación no acabo muy bien, y además hemos cortado hace muy poco...

-tranquila, es quedar como amigos, no quiero que volvamos

A pesar de que yo tampoco quería volver con el, me dolió que dijera eso con tanta soltura.

-bueno, si mejoro en estos días, iré

-¿estas enferma?

-no estoy segura, estaba en una fiesta, y de repente me he mareado, no es nada

-¿has bebido mucho alcohol? y eso que tu no bebes...

-no he bebido mas que licor de mora sin alcohol y una fanta...

-¿quieres que te recoja y te llevo a tu casa?

No era la mejor idea, desde luego. Mis padres estaban fuera y no tenía excusa para decirle que no entrara a la casa... aunque es un chico "decente" o por lo menos conmigo, prefiero mantener un margen de error mínimo ante cualquier problema.

-no creo que sea lo más apropiado

-¿por qué? 

-por que aparte de ser mi ex, sería muy incómodo

-al menos, dame una oportunidad

-no, lo siento, nos veremos este sábado, si eso

Inmediatamente después,  sin darle tiempo a hablar, colgué.

Escuche unos pasos detrás mía y me gire para ver quien era, me di cuenta de que era Jorge.

-oye, ¿estas mejor?

-si, volvamos a la fiesta me apetece divertirme ¿me acompañas?

Por alguna extraña razón me fiaba de él, sin olvidarme del detalle de que su voz me ponía muy nerviosa

Al terminar la fiesta, Tere me llevo a mi casa y se quedó a dormir.

-tía la fiesta a sido genial y además, parece que le has gustado al nuevo...

-déjate de tonterías, que yo no busco novio ahora, y tampoco en un tiempo

-de verdad que eres tonta...

-¿por no querer novio? Anda que antigua

-no me refiero a eso, es buen chico, no es el típico chulo, y encima es guapísimo

-no todo es el físico,  y anda duérmete que mañana hay instituto

-aburrida

-buenas noches anda

A eso de las cinco de la mañana, escuche esa voz otra vez...

-desconocido-

-ten cuidado con ellos, son distintos... no son como tú...

-¿¡Quién eres!? ¿¡por que me dices esas  cosas!?

-sus intenciones van más allá de tenerte...

-¿¡qué es esto!?

De repente, me desperté sudando y blanca como la pared.
Me levante y fui a la cocina a por un vaso de agua.

-¿Claudia? ¿que haces despierta? 

-¡ah! ¡Que susto me has dado, Tere!

-exagerada,  ¿que te pasa?

-una pesadilla, nada de otro mundo

-eso se lo cuentas a otra. Dime la verdad ¿qué pasa?

-bueno, es una pesadilla que he tenido ya un par de veces aunque era la misma voz, cada vez me advierte de algo distinto

Bueno, aunque no tenía previsto subir dos capítulos  (o partes de un capítulo mejor dicho) el mismo día,  la historia la tenía muy planificada y no quería que se olvidará nada, y bueno, aquí está la segunda parte del capítulo dos ¡espero que os guste!