La puerta

Cómo te lo explico...

Izan Pv

La tenía entre mis brazos, llorando sigilosamente para que no se notará, aunque claramente cuando comenzó a temblar más y a mojar mi camiseta de lágrimas quedo descubierta. Pareció no importarle.

Le está contando su vida a un extraño que de la nada la salvo y le dijo que la cuidaría. No sé como llegue a este punto,  no tengo empatía con nadie, simplemente por que solo trae sufrimiento para la persona que intenta ayudar.

Quitando eso, para mi ella no era una extraña. Era Claudia, la chica que salvaría a cualquier precio.

Sin explicación, sin límite.

No puedo entender por qué está así por que la dejan de lado.
Se cuanto duele, lo que se sufre a a causa de ello.

Pero aprendí a superarlo con el tiempo y dejarlo en el olvido.

Son esperarmelo, dejo de temblar, de llorar.

-¿qué haces? - le pregunté sorprendido.

-voy a por el licor más fuerte que encuentre

-no es buena idea, mañana tienes clase y no querrás ir con resaca ¿no?

-me da igual todo ahora mismo.
Podría irme de aquí perderme y solo le importaría a... a quien quiero engañar. Solo lo sabrías tu y ni siquiera sé si te importaría mucho.

-como quieras

Eso me dejó atónito. Yo la había estado investigando, por razones que ahora no incumben y sabía que ella no bebía,  que realmente era la niña perfecta,  y que ahora la vez era la más fría que podía haber, y que ese muro solo lo había traspasado su ex Alejandro.

Por eso entre en su vida, para salvarla de la gente que la persigue y de ella misma

Claudia Pv

En cuanto salí a la cocina,  para buscar algo que me hiciera olvidar y no recordar nada después de beber, di en el clavo.

Vodka puro.

Con eso bastará, lo probé una vez solamente un sorbo y no recuerdo nada después de aquello. Ni de antes tampoco.

Volví al salón. Me miro sorprendido, aunque con una sonrisa pícara.

Si me pasa algo, ya sé a quién podré preguntarle.

Izan Pv

Me percaté de que la bebida que traía consigo era una botella enorme de Vodka puro y dos vasos de chupitos.

No sé qué pasará,  aunque no me afecta el alcohol, a ella seguro que sí. Vamos a descubrir si los borrachos siempre dicen la verdad o no.

Destapó la botella con facilidad, y lleno los dos vasitos y me dió uno a mi. Íbamos a ver quien se podía tomar más rápido los chupitos.

Pensé que yo sería más rápido,  nada más lejos de la realidad.

-¿¡oye, como puedes beber  tan rápido!?

-práctica no me falta, y parece que ya hay una ganadora

Un momento, si no bebía,  ¿como podía tener experiencia bebiendo chupitos? Creo que investigué mal.

Me quede atónito. Se bebió media botella mientras yo iba por el quinto chupito.

-ahora, voy a por algo de picar, ¿qué te apetece?

-¿a ti el alcohol no te afecta o qué?

-realmente,la última vez que bebí un solo chupito de esto ya me estaba mareando. No sé por qué ahora no me afecta