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✾ ; descafeinado y sin azúcar

La corriente de frío la atacó

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La corriente de frío la atacó. Debía dejar de acostumbrarse a dormir tan descubierta para cuando comenzaba el frió primaveral de Inglaterra.
Oh, maldito frió. Solo significaba una cosa:
Clases.

Hoy era el primer día, primer acto, primer apuñalada en el pecho.
Se sentó en la blanca y revuelta cama; miré sus paredes, enfoqué la vista y reaccionó.
- Otra vez la maldita rutina. - Salió un suspiro desalentador y se levantó sin ganas de nada.

Joan se frotó contra sus tobillos, despertándose con ella y buscando mimos matutinos a ronroneos. Le pegó sus pelos blancos y grises contra las medias.
Sonrió suave y la levantó en sus brazos. - Si es que eres una mimosa... - Besó su suave cabecita, luego de haberla acariciado por debajo de su barbilla, la dejó en la cama.

Se miró en el espejo y empezó a planchar el cabello. Se estaba comenzando a notar más el rubio natural que el azul eléctrico, tendré que volver a teñirlo.
Tarareaba leve una melodía que no salía de su cabeza, se vistió como todos los días; atorando él pie varias veces en los huecos del jean, y salió a desayunar.

Ahí estaba su padre; hombre viudo, 40 años, fuma como una chimenea y cree que su querida niña no lo hace.
- Hola papá. - Se acercó a darle un beso por detrás en la mejilla mientras le preparaba apurado el desayuno que tendría que ir comiendo en el camino.

- Hola pitufina. - Murmuró haciéndola rodar los ojos con desgano.

- Sabes que no tengo problemas con tus apodos, y que te amo, pero nunca los digas frente a mis amigos. - Le dio un leve empujoncito con el dorso de mi mano.

- Claro mi amor, no quisiera arruinar tu reputación de niña mala. - Se rió a carcajadas y ella lo volvió a empujar acompañada de un ¡Hey!
Ah bajó la hermana, ugh la hermana.

Eran simplemente polos opuestos.
Una querida, la otra temida.
La dulce niña de la familia, el "varoncito" que él padre no pudo tener.
Fan de Britney, fan de Nirvana y Soundgarden.

Aunque quisieran y tuvieran pacíficos y buenos momentos juntas, se detestaban.
En el colegio literalmente hacen como si no se conocieran, pero el hecho de ser gemelas idénticas delataba la indeseada relación.

- Hola papi. - Lo saludo con un beso en la mejilla.

- Hola corazón, ahí tenes el latte. Y tú un descafeinado sin azúcar. - Le guiño un ojo entregándoselo y tomo su saco a punto de salir de casa. - Cuídense, hagan sus deberes y no peleen. ¡Suerte en el primer día! - Cerró de un portazo con maletín en mano.

Cómo sea. Pensó.
Pegó un sorbo al café; buscó mi mochila, el beanie de lana negra y salió sin siquiera mirarla a Tara. Le daba mas atención a él gato que a ella.

Caminaba con molestia y calentando sus manos envueltas en la taza térmica por las rutinarias tres cuadras, el jardín de los Bell y la pequeña plaza hasta llegar a la gran entrada del colegio.
La sorprendió bastante el hecho de verlo re-modelado, la paredes de la entrada decoradas con arte callejero, nuevas ventanas, nuevas puertas. Incluso pensó que se equivoco de escuela.

Borró su sonrisa, era el momento de pasar por todo el hormiguero hasta llegar a su grupo, que sabía donde estarían.
Era increíble la sensación de como la gente se abría ante tu paso, como te miraban; las populares con odio, el resto con cierta admiración y ganas de ser como ella.
Había extrañado esto no lo podía negar. Más extrañó ver a sus amigos ya que se había ido de viaje a España por un mes entero.

Saltó en un abrazo-koala a Zander. Este rió sonrojado y le dio un par de vueltas, para luego bajarla a el suelo y besarle la mejilla varias veces.
- Volviste. - Sonrió el rubio.

- Como no hacerlo... - Sintió como la abrazaba por la cintura, haciéndola reír un poco. - ¡Te dejaste el pelo crecer!

- Si, quiero ser una especie de Kurt Cobain--
Zander fue interrumpido de adularse a si mismo frente a la chica que le gustaba tanto por el agarre de las amigas, separandolos repentinamente.

- ¡Monique! - Exclamaron ambas riendo.

- ¡Ay chicas! - Rió junto a ellas correspondiendo al brazo.

- Que guapa te has puesto, te pego el sol de España. - Murmuro Ivy acomodándole el cabello bajo el gorrito.

- Oh claro-- ¡Sleeze, Drake! - fue a abrazar a los chicos que le faltaba por saludar y se percató de un extraño movimiento y barullo en el patio.

- ¿Que pasa que el hormiguero esta tan alterado hoy? ¿Ya llego mi hermana con la perra de Claire? - Frunció el ceño encendiendo un cigarro.

- Nope, te vas a sorprender por que no es por las tarántulas. - Se acerco Sydney al lado de ella y robarle una pitada del cigarro. - Viene un chico nuevo.

Monique soltó una corta carcajada. - ¿Tanto revuelo por eso? Vienen chicos nuevos todos los años.

- No no, es ÉL chico nuevo según la gente. Escuche rumores de que tiene tal reputación que nos puede robar el puesto a nosotros. - Mon pegó un salto y la miró molesta.

- ¿Que--? ¿Como mierda vas a decir esto? ¡Claro que no! - Miro a los chicos y rieron juntos.

- ¡Solo comento lo que escucho!  - Levanto sus brazos en forma de defensa y el timbre para entrar al acto de comienzo de clases sonó.  La gente comenzaba a pasar, uno atrás del otro. Nuestro grupo espero a apagar sus colillas contra los muros del colegio. En el momento que entrarían, cuando ya no quedaba mas de 20 personas fuera, un caño de escape retumbo los oídos de Monique con sorpresa.

Se giro instintivamente del susto a ver; era una reluciente moto negra, grande... Grande, musculosa, con una camiseta bien apretada al cuerpo y... Ah no, esperen, estaba viendo al conductor. La chaqueta de cuero, los pantalones de mezclilla remarcando su grandes y firmes muslo y... Ay joder cuando se saco el casco.

Nunca se había sentido así por un chico, si quiera por Zander. Era un corriente de frió que le trepo por la espalda, y que vagamente supo disimular. La linea de su mandíbula marcada rectamente, el perfil simplemente perfecto. Paso su mano por su cabello, acomodandoselo ya que estaba aplastado por el casco y giro su cabeza sacando la llave de la motocicleta.

Y ahí el la vio a ella. Su nariz con forma de chanchito, decorada con un piercing, los grandes ojos marrones-verdosos frente a el, mirándolo fijo. Fue prácticamente el mismo sentimiento que estaba descubriendo la de cabellos azules al verlo por primera vez. Primera vez. ¿Acaso esto era el amor a primera vista? ¿La cursiladas en las que hablan en los libros y los vídeos musicales de grupos de pop?

N/A

¡hey! espero que disfruten este primer capitulo tanto como yo disfrute escribirlo. Se que parecera un poco cliché al principio, pero les juro que con lo que se viene, no lo es para nada jasjaj<3

hilo rojo ❧ ben hardyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora