❝¿conoces la leyenda del hilo rojo?
cada persona en el mundo esta atada por el meñique a una persona, al amor de su vida.
no importa cuando se alejen los amantes, el hilo no se cortará.
ellos se reunirán,
y se amarán.❞
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- No sabía que te gustaban los Arctic. - Exclamó Ben, esa voz rasposa y profunda atacándola de nuevo. Se había concentrado en el verde de sus ojos, como brillaban y la analizaban profundamente. Los chicos así no son reales, solo existen en revistas para adolescentes o vídeos de MTV, ¿Verdad? - ¿Monique...?
- ¿Eh--? ¡Ah lo siento! - El color le subió a su cara pero intentó disimularlo tapandose con su mano derecha. - Estoy... Con sueño. - Rió leve para no admitir que se estaba enamorando del color de sus iris. - ¿Q--Que me decías?
- Que no sabía que te gustaban los Arctic Monkeys. - Rió con ella ante su reacción nerviosa, y señalo su camiseta estampada.
- Ah, claro. Los amo. En este pueblo no saben apreciar lo excelentes que son. - Rodó los ojos. - Seguro solo conoces el nombre de la banda.
Ben volvió a reír y se desprendió la campera de jogging que llevaba, dejando mostrar la ajustada camiseta con el mismo estampado de la banda. Mon abrió los ojos, sin saber si era sorpresa por su gusto músical o por lo bien que le quedaba. - ¿Decías?
- ¿Tema favorito? - Preguntó con emoción.
- Mardy Bum, por Dios. ¿El tuyo? - Ella soltó una sonrisita.
- ¡I bet you look good on the dance floor!
- ¡Es un temazo! Ambos rieron a carcajadas adorables, especialmente ella ya que no creería nunca conocer a alguien que le gustara los Arctic Monkeys como a ella.
- Eres increí-- - Se cortó a si misma, tosió leve volviendo a su papel de seria y se sentó en su escritorio. - Dime, hablame de tí así terminamos rapido este estúpido trabajo.
Ben arqueó una ceja sorprendido ante el gran cambio de actitud y como quería darselas de fría; pero bien sabía que esa bonita chica estaba tan enganchada en él, como él en ella.
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- Que primer día de mierda. - Gruño Zander buscando la caja de cigarros.
- Tu lo dices por que estas hirviendo de celos.
- Callate, Ivy. Simplemente es un día de mierda y ya. -Frunció el ceño. - ¡Encima Monique tiene mi encendedor, y no se donde mierda esta!
- Fue a mostrarle el colegio a Ben... Especialmente los vestidores seguro. - Empezarona reír mientras Ivy hacia un gesto obsceno con sus manos.
- ¡Q-Que se callen Dios! - Pataleó harto de escuchar esas cosas que decían de la chica que tan enamorado lo tenía.
- Hablando de roma... - Mucitó Sleeze buscando en su mochila y viendo como llegaba Mon y Ben a su escondite de los cigarrillos muy juntitos y risueños.
- Hey chicos, perdón la tardanza. - Se sentó con Ben. - Le fui a mostrar todo el colegio y nos costó entrar aquí sin que nadie nos vea.
- Si, no es un escondite muy bueno que digamos estar detrás de las gradas. - Rió Ben leve.
- Mejor callate, hormiga. - Lo miró irascible Zander, haciendole fruncir el ceño a Mon y apenar un poco a el rubio nuevo. - ¿Por que lo trajiste aquí? Es nuestro lugar, el apenas llegó.
- ¡Por que no tiene con quien estar! - Levantó la voz la peli-azul. - ¿Que mierda te pasa, Zan?
- Calmense todos, miren lo que robé a mi padre. - Sonrió Sleeze, sacando un negro y largo cigarro... De marihuana.
- ¿Eso es...? - Lo tomó Drake sonriente.
- Aham, de la buena.
- ¿Están locos? ¡Aquí no! - Interrumpió Mon.
- ¿Que te pasa, Monique? ¿Tienes miedo? - Sonrió Sydney de lado. Ben miraba en silencio, sorprendido y nervioso la situación.
- ¡C-Claro que no! Pero aquí nos pueden ver... Además en 15 minutos termina el almuerzo,no podemos estar drogados por primera vez en clase.
- Creo que tiene razón. - Múcito Zander. - Vamos a la cabaña del arroyo después de clase, yo traje unos discos de Rage Against the Machine para escuchar.
- ¿Cabaña? - Miró Ben a Monique, ya que era la unica que no lo despreciaba dentro del grupito.
- Oh, es una cabaña abandonada al lado del arroyo, unos pocos kilometros de aquí. Si quieres puedes venir. - Su voz sonaba indiferente, como lo hacía con todo el mundo.
- ¿Ya lo estas invitando a la cabaña?
- Zander, te estas comportando como gilipollas. - Le tiró el mechero por la cabeza la pelirroja Ivy. - Puede venir si quiere y bueno... No es un maricón. -Rió refiriendose a las drogas que consumirían todos por primera vez hoy.
Ben se sintió atacado, algo nervioso. Pero al ver que este era el único grupo en el que encajaría, y que la hermosa Monique Price de corazón frío estaba en él, no dudo mucho. Haría lo necesario para acercarse a ella.
- Claro que iré, ¿Que piensan? - Rió ronco y tomo un cigarro de la caja de Mon.
