❝¿conoces la leyenda del hilo rojo?
cada persona en el mundo esta atada por el meñique a una persona, al amor de su vida.
no importa cuando se alejen los amantes, el hilo no se cortará.
ellos se reunirán,
y se amarán.❞
✧ no se aceptan copias ni adap...
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Por las primeras impresiones que Ben obtuvo del grupo Punkie de su nuevo colegio, eran todos anarquistas, enfermos por fumar y buscar nuevas formas de romper las leyes y parecerse a los Sex Pistols. Y la verdad que le encantaba.
Caminaba en rumbo a la cabañita al lado de Sleeze y Drake, entablando conversación con ellos y escuchando increibles historias de rebeldía. Monique lo miraba perdidamente, con una sonrisita en la cara. Incluso cuando Zander la abrazo por los hombros, buscando su atención, no la obtuvo.
- Oye, no se... ¿Te parecería ir a mi casa luego de esto? - Murmuró soltando humo por su nariz. Al no recibir respuesta, la miró y notó que estaba en otro mundo. - ¿Mon?
- ¡Uh! - Pegó un saltito y le miro. - ¿Como dijiste...?
- Que si luego de probar lo de Sleeze, nos vamos para mi casa y... Hacer algo. - Rió con picardía. Ella le devolvió la risita ya que sintió sus manos en la cintura.
- Bueno esta bien... Pero callate que despues piensan que follamos y no somos nada. - Auch. Le robó el cigarrillo y tomo la ultima calada que le quedaba.
- ¡Hey!
- Vengan tortolitos, ahi estamos. -Soltó Ivy entrando a la cabañita, mientras Drake encendía la electricidad en los conectores detras de ella.
Había luces decorativas, puestas por ellos, colgadas en las rusticas y desgastadas paredes de madera por toda la sala. Tapando un par de marcas de humedad y madera caída, se encontraban distintos posters y afiches de bandas alternativas. Tambien había un mueble grande con revistas tanto de bandas como para adultos, el viejo equipo de musica, unas fotos instantaneas de ellos que se habían tomado con una camara desconocida, herramientas oxidadas y muchas rarezas mas.
Simplemente era la mejor cueva para adolescentes problematicos de los noventa haciendo quilombos en el 2006.
Dejaron sus mochilas, cerraron con candado de nuevo la puerta, procuraron que esten todas las ventanas tapadas - como siempre - y empezó a sonar Bombtrack, de Rage Against The Machine.
Sleeze armaba el cigarro mientras todos charlaban, Ben jugueteaba con una pequeña pelotita saltarina, nervioso - como todos - ante lo que estaban por hacer. Ninguno de ellos había fumado marihuana hasta ahora, excepto el enrulado que trajo el porro. Todos querían hacerlo, pero no sabían que sucedería despues.
- Okay. - Lo encendió. - Simplemente fumenlo como cualquier cigarro... - Hizo lo que iba diciendo - Exhalenlo, y dejense llevar. Y lo pasó a su derecha, a Drake. Y luego a Ivy, a Sydney, a Zander y le llegó a Monique. Fumo demasiado para una primera calada, ademas de la nueva escencia a la que no estaba acostumbrada, se ahogo riendose a carcajadas con el resto. Y de ella pasó a Ben, no se le complico mucho, por que no lo inspiro mucho.
Al ser la primera vez, no faltaron unos minutos para que sintieran sus extremidades aflojarse, su mandibula atontarse y reirse de cualquier estupidez que pasaba. Con el inicio de Killing in The Name se levantaron a hacer pogo y golpearse a patadas entre ellos.
- ¡Vamos Ben! - Rió Monique extendiendole la mano. El la miró con ojos nerviosos y enamorados, sonrió y se metió con ella al tumulto de gritos y saltos. Digamos que Zander aprovecho un poco demasiado el hecho de golpear a Ben.
Un poco demasiado. Una piña en la ceja que le dió el chico,ya le hizo perder la paciencia. - ¿¡Que te pasa?! - Exclamó ya harto el rubio de ojos verdes, haciendo alarmar al resto y bajar un poco la musica.
- Wow, calma hormiguita. -Se hizo el desentendido.
- Calma nada, ¡Me estas golpeando como si estuvieramos en una riña y solo estamos bailando! - Se adelantó unos pasos hacia el.
- ¡De eso se trata un pogo, mariquita! ¡Si no lo soportas te vas de este grupo que ni invitado estas! - Zander lo empujo con ambas manos en el pecho alejandolo de el. Ben frunció el ceño y le devolvió el empuje.
- ¡Hey hey! ¡Ya basta! - Se metió Mon y Sydney, cada una agarrando a uno, mientras se seguían mirando con ira.
- ¿Quien te dijo que lo invitaras? No sabe lo que es estar en un grupo como este. - Señalo con desprecio al rubio mientras le hablaba a la peliazul. Ya ofendido, salió por la puerta trasera de la cabaña.
- ¡Ben! -Pegó un gritito Mon y se apuró en ir tras él, buscando algodón y alcohol para su golpe. - ¡Ya calmate Zander, estas comportandote como un imbecil! - Y salió tras el portal.
- Tiene razón, ya calmate Zan.
Monique subió las escaleras al techo de metal oxidado de la casita. Allí estaba el, sentado de piernas cruzadas e insultando por lo bajo de su voz. Ella suspiro con calma de haberlo encontrado y se fue a sentar a su lado.
Al principió no supo como empezar, pero lo miró y le acomodó el cabello tras la oreja para pasarle con cuidado el algodón remojado, haciendolo sisear de dolor. - Lo siento, por todo.
- N-No importa... Tu no tienes la culpa. - Murmuró bajo. - Si... Si tus amigos no me quieren aquí, no debería estarlo. Seguiré hablando contigo, claro... Es lo que me importa. Pero no se.
Despegó el alcohol de su herida. - ¿Lo que te importa es hablar conmigo? - Sonrió de lado, y soltó una risita al ver como le subía el color a la cara.
- Y-Yo... Ah, uh. Mierda. -Rieron juntos. - Lo siento.
- No importa, yo tambien quiero hablar contigo, me pareces muy interesante. - Se miraron repentinamente a los ojos y ella decidió buscar otro punto al que mirar para no ponerse mas nerviosa de lo que estaba. - No te vayas del grupo, al resto le caes bien. No solo por un celoso idiota te tienes que ir.
Ben se quedó en silencio, escuchando la sinceridad en sus palabras. - Zander esta enamorado de mi. Y sabe que a mi no me gusta... Tanto. - Tomo aire nerviosa. - ¡Bueno es que... Dios! Es todo muy complicado. - Rieron juntos nuevamente.
- Ya, lo entiendo. Yo tambien estaría algo alterado si una chica tan hermosa me dejara de dar atención. - Murmuró cada vez más bajo, pero logrando escucharlo. Ella se giró al mirarlo nuevamente. - ¡Lo siento!
- Ben, no me pidas disculpas... Lo que dijiste fue muy lindo. - Sonrió con sonrojo en su cara. - Yo tambien pienso que eres muy atractivo. - Encendió un cigarro normal y le ofreció uno a el.
- Bueno... Igual falta conocernos, ¿Verdad?
- Si... Falta poco para que me conozcas y te aburras de mi.
N/A
siento que la novela no les gusta pero la voy a escribir igual ndea. se vienen terribles cosas que tengo planeadas 🖤.