Capitulo uno.

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Una semana antes

Joven de 16 años es desaparecida. Se anuncia que la menor era llamada por Ana Carter, hija de John Carter; uno de los mejores empresarios de RossVille. Según algunas fuentes es la tercera víctima en desparecer esta semana.

En este mismo momento, se está buscando el cuerpo de la desaparecida, ya que aún no se han encontrado pistas de esta desaparición y de las demás.

—¿Sabes? Nunca quise convertirme en lo que soy ahora— dice, rozando el cuchillo en el abdomen de la menor.

—Por- por favor, déjame ir. No diré nada— Su voz se quebraba a medida que perdía sangre de su rostro y partes del cuerpo desnudo que estaba atado a una silla con cadenas.

—Tan dulce... Pues no, no te dejaré ir— está vez pasaba el cuchillo por su mandíbula haciéndole un pequeño corte.

Su grito fue apenas audible, ya que le cubro la boca con mi mano libre.

—Eres tan tierna ¿No te lo han dicho antes? —ella lloraba y lloraba.

—Déjame ir, te lo suplico. ¡No diré nada! —Su voz se rompía en llanto cada vez más. — ¡Por favor!

—Mmm... no. Ya que nadie te escuchará aquí. Es el mejor lugar para matarte ¿no crees tu también? porque piénsalo, está lejos de los demás y un lugar no tan remoto, también esta casita esta col y sombria, Y para completar esta... muy dentro del bosque como que alguien se acuerde o sepa que hay alguna estructura tan mierda como esta. O sea, es perfecta, ni se acercarían. Te comparto estos datos porque de aquí no saldrá nada, ya que... de aquí no saldrás.

Ella sólo seguía llorando y gritando, eso me desesperaba a límites inalcanzables. De un impulso tomé el cuchillo más grande y lo se lo terminé enterrando.

Ana gritó aún más fuerte por el golpe.

—¡¿Por qué me estás haciendo todo esto?! ¡¿Qué te hice, monstruo?!—Ana se movió en la silla, pero eso solo le abrió las heridas de los brazos y piernas.

—¿Qué me hiciste? Pues... vas a tener que morir para contarte. —decía eso a medida que se acercaba más a Ana y volvió a enterrar el cuchillo, pero esta vez lo movía en su interior haciendo que los gritos de Ana de escuchen por todo el lugar.

Sacaba y enterraba el cuchillo una y otra vez. Hasta que sus gritos ya no se escucharon más.

Sacó por última vez el cuchillo y lo colocó junto a los otros en la mesa.
Ahí fue cuando se acercó al cuerpo, lo desencadenó, quitó su ropa dejándola en la interior. Puso el cuerpo en la fría madera del piso de allí. Y comenzó a arrastrarla hasta un pequeño hueco debajo de la casa, la empujó allí y volvió tapar el hueco.

-Créeme que no quise hacerlo, pero lo que hiciste se paga con muerte, Ana. Y te lo advirtieron desde un principio y no quisiste hacer caso... pobrecita. Salúdame a la perra de Samantha y a tu asqueroso padre.

Luego se dirigió a guardar los cuchillos en un cajón cerca de allí. Se lavó sus manos y rezo por el cuerpo.

Salió de allí no sin antes cerrar bien la propiedad alejada de todos, aunque quede alejada, no significa que no entrarán personas, en especial vagabundos u otros delincuentes buscando donde esconderse o buscar refugio.

Se dirigió a pie a la ciudad más cercana, donde había dejado estacionado su coche en una tienda de utilidades vieja y se dirigió a su casa. En el camino decidió llamar a su amiga Allison. Marca el número de aquella y esta contesta en el tercer tono.

Hola...

Necesito que me prestes tus cuadernos de historia, ¿Puedes... sí, por favorcito'? — decía con voz de niña inocente, lo cual solamente era delante de algunas personas.

Si, pero ven a buscarlos tú, pero tienes que venir rápido. Ya me voy a dormir

Tranquila, ya estoy cerca. Y gracias.

Ven o me duermo y te quedas sin cuaderno.

Me río— Ya voy, hablamos en un rato

Y con eso cuelga la llamada para seguir el camino. Ya en la casa de Allison, toca la puerta y Allison le da el cuaderno.

—Tienes suerte de que no me haya dormido y te esperara con el cuaderno en mano. —Me entregó el cuaderno y le di las gracias. Me fui a mi casa, entré el auto y toqué la puerta. Diez segundos después se escuchó un "ya voy", y al rato me abrió mi mamá.

—Grace, ven entra ¿dónde estabas? Siempre me dices adónde vas, pero hoy por lo general te fuiste y me preocupé—decía haciendo espacio para entrar a la casa

—Fui a hacer tarea con Allison—subí las escaleras y entré a mi cuarto. Ya en el tiré la mochila y me fui a dormir.





----- <3.

Nota de autora.

Sean bienvenidos a esta casa de locos. Espero les guste este nuevo capitulo de la historia, que antes estaba publicado pero he decido hacerle una mejoras de ortografía y guion. Sin mencionar una nueva mejora a los personajes y trama de la historia.

Comenten y voten si les ha gustado. 

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