Capitulo tres.

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"Cuando dejas atras tu temores, te sientes libre."


El estrés siempre está de mi lado, anoche no dormí bien. Pero ya que, era de esperarse hablando de Allison.

Me tuve que ir temprano a la casa de mi madre, le dije que iba temprano con ella.

Ahora estoy fuera de la casa desde hace diez minutos. Mi casa, además de las demás, no tiene cámara de seguridad. Miro los muros que rodean la casa y hago mi máximo esfuerzo para subir en uno de ellos y llegar al jardín de la casa. Logro atravesar el patio agachada y llego a la ventana que da a la casa de estar de la casa y justo veo a mi padre bajar las escaleras con una mujer tomada de la cintura y una cerveza en la otra mano. No es mas que de esperarse, cada semana esta con una mujer diferente y mi madre es la única que no se da cuenta o se hace de la vista ciega. La toma asiento en el sillón frente la televisión con la mujer en sus piernas mientras ambos se ríen y se toman de la cerveza que trae mi padre en la mano.

—Claris—gritó mi padre.

¿Quién mierda es Claris? ¿tiene otra mujer más o la que esta se llama así? De la cocina sale otra mujer con las mismas prendas que la otra mujer: pantalones más cortos que su pija y tops igual de cortos, tanto que se le ve casi el pezón.

La tal "Claris".

Y para rematar, ambas puti rubias. Claro, de era de esperarse por parte de este espécimen raro llamado hombre. Pero, lo que yo no pude descifrar es: ¿dónde está mamá ha está maldita hora de la mañana? Cierto, que idiota soy, tiene que a ver salido a comprar algunas cosas que hacen falta, ella sale a comprar los sábados, pero nunca la vi salir tan temprano.

No hay que ser tan inteligente para saber que son "mujeres de la vida sociable" y mínimo este hombre le paga tres veces la suma estimada para que estén con él. Porque nadie querría acostarse con un barrigón pervertido e higiene engañosa. Asco.

Le hace una señal a la mujer que salía de la cocina.

—Ven. Siéntate en mis piernas mientras veo el programa—dejó la botella vacía a un lado y se palmeo las piernas esperando por la mujer que yo llamaría una puta.

Ella aún al pie de la puerta, se movió a las piernas de aquel y este la recibió con los brazos abiertos. Todo el amor que no le brinda a mamá, se lo da a esta. Vaya...

—Tengo que irme—dijo la tal Claris. Mi "Papá" desconcertado le dice.

—: ¿Tan rápido?

—Si, me tengo que ir al gimnasio. Además, mi esposo no tardará en llegar a casa.

Aparte de estar con el hombre este, ¿también tiene esposo? Diablos señorita, eso no me lo esperaba.

Inserte voz del negro de ¿Dónde están las rubias?

—Okey. También mi esposa no tardará en llegar—se encoge de hombros y alza las manos hacia arriba. Él parece haber olvidado el daño que le ha hecho a mi mamá, ni siquiera puede llamarla "esposa".

Ni siquiera me había dado cuenta el tiempo que llevo esperando afuera, así que voy al patio de atrás aún agachada para que nadie me viera a través de las ventanas. Cuando llegué al patio visualicé la ventana de mi cuarto abierto. La cosa era, ¿cómo iba a llegar ahí arriba? ni idea. Digamos que el patio de esta casa no es como la pintan algunos libros, no tengo un puto árbol que llega a la altura de la ventana de la habitación. Los árboles de aquí son más pequeños que el tamaño de mis zapatos, bueno, no tan pequeños, pero ya van entendiendo la idea. Así que reviso si la puerta de la cocina está abierta. Y sí, para mi sorpresa si está abierta.

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⏰ Última actualización: May 09, 2022 ⏰

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