35. Recuerdos Dormidos- Larry Stylinson. Terminada

Capítulo cuatro: Sueños

Harry se despertó bañado en sudor y con el pulso muy acelerado, imágenes confusas azotaron su mente mientras había estado dormido.

Varias de ellas aún estaban presentes en su memoria, estas eran de una celebración, concretamente de su boda con el hombre que afirmaba ser su marido y el cual veía como a un extraño.

Se sentía muy extraño, se veían muy bien juntos, parecían estar realmente contentos y enamorados pero no lo recordaba, no se acordaba de como se habían conocido ni tampoco como habían llegado a unir sus vidas con algo tan importante como el matrimonio.

Cuando estuvo más calmado, el ojiverde se levantó y caminó decidido hasta su escritorio, en el cual tantas veces había hecho los deberes del colegio e instituto, entonces cogió un bolígrafo y una agenda antigua que aun tenía hojas en blanco pues quería plasmar todo de lo que se fuese acordando.

Era difícil para él asimilar que ya era un adulto y que además vivía en pareja con un hombre desde hacía tiempo pues la verdad sus últimas experiencias habían sido con chicas aunque no muy satisfactorias.

Tenía curiosidad por saber como había sido su primera vez con Louis, como se habían conocido y como se había sentido pues aunque el ojiazul había tratado de explicárselo durante su estancia en el hospital, Harry no había estado muy receptivo en esos días.

El sonido del teléfono lo sacó de sus pensamientos, se inclinó hacia la mesilla junto a su cama para así cogerlo y asombrado miró la pantalla comprobando que era Louis el que li estaba llamando.

—Ssssiiii...di-diga—habló dudoso tras descolgar.

—Ho-Hola Harry, habla Louis...ehmm bueno...llamaba para saber como sigues...ya sé que no quieres escuchar sobre nosotros pe-pero la verdad cada día que estoy sin verte y hablarte es un infierno...por favor...permite que te visite, prometo no presionarte ni agobiarte...¿lo harás?.

Un breve silencio se hizo presente hasta que tras un profundo suspiro, el ojiverde aceptó asintiendo con la cabeza tímidamente.

—Está bien...puedes venir esta tarde si quieres.

—E-En serio Ha-Harry...wow...gracias...gracias—exclamó feliz el ojiazul mientras una gran sonrisa iluminaba su triste y cansado rostro.

—Ssi... es en serio— volvió a confirmar el ojiverde casi arrepintiéndose— pu-puede venir.

—Ok...allí estaré...gracias de nuevo Harry...muchas gracias...hasta luego...adiós.

—A-Adiós—se despidió el rizado tras escuchar el sonido que anunciaba el fin de la llamada.

Había notado el enorme entusiasmo de su marido y eso le daba miedo pues a pesar de que no recordaba su vida en común y mucho menos el amor que los unía, temía hacerlo sufrir pero tampoco podía evitar sentir rechazo ya que este seguía siendo un extraño para él.