Fui por ti, quería mostrarte lo que había descubierto. Tomé tu mano y te jalé hacia afuera del hospital.
-Espera!!.-Me dijiste mientras frenabas de repente.
-¿Qué sucede?.-
-Nuestros cuerpos…estarán bien sin nosotros cerca?.-
-Si!! No se te hagas problemas, anoche hice esto y mi cuerpo no tuvo ningún cambio.-
-oh!.-
Caminamos hasta llegar a la vereda en frente del hospital.
-¿Y ahora que haremos?.- Me preguntaste.
-Observa y aprende.- Te dije confiado.
Crucé la calle y me detuve justo al medio de ésta.
-¿Q-Qué haces?!! Sal de ahí!!!- Gritaste.
-No pasará nada!!! Tranquilo…- Cuando de repente un auto me traspasa y yo comienzo a reír.
-Porque te ríes me haz asustado!! Tonto!!!.- Seguías gritando desde la vereda con tu ceño fruncido.
-Ven Tae!!! Los autos al pasar me hacen cosquillas!!!.-
-¿En serio?.-
-Si!! Ven, recuerda que nada puede matarnos!!! Somos fantasmitas!!!.-
Tú, dudaste pero al fin terminaste acercándote a mí. Estabas a punto de arrepentirte pero tomé tu mano para que no escaparas y allí fue cuando un colectivo nos atraviesa.
-AAAA!!!!AJAJAJAJAJ.- Reí con todo.
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Estabas allí tratando de no reír para no dar el brazo a torcer - ¿Qué fue eso?!!-
-¿Lo sentiste?!!! Las cosquillas…-
-S-si lo sentí.-
-Allá viene otro!!!.-
Otro colectivo vuelve a traspasarnos. Ambos reímos juntos. Y así estuvimos horas.
El sol comenzó a bajar. Habíamos decidido volver al hospital, cuando íbamos entrando un fuerte retumbe en mi pecho hizo que frenase.
TUM-TUM!!
Lo volví a sentir.
-¿Qué pasa Jungkook?- Me preguntaste preocupado.
-N-Nada…estoy bien.- Y te sonreí. – Volvamos a nuestras habitaciones.-
Esperé a que entraras a la tuya, cuando ingreso a la mía…digo ingreso porque en realidad traspasé la puerta.
Mi padre y mi madre estaban allí.
No debí de haber entrado, me partía el corazón en dos ver a mis padres llorar, minutos después ellos se fueron y entró mi hermano. Él siempre fue poco demostrativo con sus emociones, pero ese día se acercó a mi cuerpo y tomó mi mano.
-Despierta de una vez sabandija.- Me dijo – Papá y mamá no dejan de llorar por ti.- Ví una lágrima caer por su rostro.- Te dije ese día que no hacía falta que fueses a buscar mi pedido a ese Café Bar…¿por qué no me escuchaste estúpido?!.-
Pasaron lo minutos, mi cuerpo y yo ya estaban solos otra vez en esa habitación. No me pude contener más, comencé a llorar como un niño. Me senté en el piso frente a mi cama y no podía dejar de llorar, sentía mucha tristeza.
Entonces tú cruzaste esa pared y fuiste derecho a apretarme entre tus brazos, yo hice lo mismo con los míos, y lloré hasta que ya no podía más.
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