Prólogo

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Debía salir lo más pronto de ese lugar, debía abandonar a mi mami ella me hace daño, sus novios siempre me hacen daño, no creo que una niña de diez años use tanto maquillaje, cuando observo el vestido corto que llevo, mis ojos comienzan a lagrimear, ella me hizo daño, mi mami no me cuido como todas las mamis de las niñas de la escuela lo hacen, mi mirada se nubla por el agua que sale, debía salir lo más pronto de ese lugar, ella me iba a matar si no lo hacía.

Matar, esa palabra no la conozco, pero la maestra dice que es muy mala y no es bueno.

Siento que mis piernas duelen, nadie me puede sanar, me duele mi parte intima, y está sangrando, no sé porque lo hace, me duele mucho después de que esos hombres me sacaran mi uniforme, este vestido es muy feo, no me siento bien, trato de dejar de llorar pero mis ojos no quieren.

Me siento tan mal, siento que me duele todo, los golpes que me dieron esos señores hacen que no quiera ni mover mi pierna cuando veo la sangre deslizarse por mis piernas.

Esos hombres no debían tocarme como lo hicieron, no debían, eso dice la maestra Damaris, nadie debe tocar tu cuerpo, pero ellos lo hicieron, ellos rompieron algo entre mis piernas porque me duele y hay mucha sangre.

Mucha sangre.

Me duele.

Quiero llorar.

El parque está muy bonito, me pregunto cuanto tiempo podré caminar hasta la casa de mi maestra para que me cure las heridas.

Ella sabe hacerlo.

Ella es buena.

Ella me quiere.

Pero yo no puedo quererla a ella.

No sé qué es amor.

Siempre lo menciona.

Caminar, caminar, sin parar, sin parar, el sol saldrá y dejarás de llorar.

Caminar, caminar, sin parar, sin parar, el sol saldrá y dejarás de llorar.

Lo malo es que aquí siempre llueve y el sol no saldrá.

Corazón RotoWhere stories live. Discover now