♦ Capítulo III ♦

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“Antes de empezar, quiero agradecer a los que lo leyeron, no importa si no votaron o comentaron, solo espero que les haya gustado”

Más y más secretos, que pronto serán revelados

Lo de mi horario hasta que empiecen las clases... pues ya lo saben, además no es muy importante.

Llegué al salón, saqué mis audífonos y me puse a escuchar canciones de Avril Lavigne.

Todos empezaron a llegar de a poco, como siempre...

¿Dian?, pues él estuvo...normal creo, aunque parecía un poco raro. Normalmente él apenas llega muestra una gran sonrisa de oreja a oreja, habla con sus amigos y así.

Pero hoy no vino así, cuando llegó no tenía su singular sonrisa, no estaba serio, solo parecía distraído, mirando a todos lados, ligeramente boquiabierto, no sé cómo explicarlo.

 Sus amigos le hablaron, y el volvió en sí. Y por un momento sentí el peso de su mirada en mí, dirigí mi vista hacia él para confirmar mis sospechas.

No me equivoqué.

Se volteó a ver a sus amigos, aún así noté que me miraba raro, tal vez era por lo de ayer. 

Que alegría, eso significaba que mi odio ahora sería bilateral. Es mi enemigo oficial.

***

Sentí una incomodidad inmensa durante todas las clases, ¿quién no la tendría?, si alguien se te queda mirando, sin ninguna discreción.

Dian, no sé que quieres de mí, pero solo dímelo directamente

Esto no se iba a quedar así, se lo iba a preguntar cara a cara. No iba a ser difícil.

En la salida, solo lo vi con Adén, su mejor amigo, y Siena, su casi novia (ella sabía que a él le gustaba, y tuvieron uno que otros momentos románticos, pero aún no eran novios oficiales). Lo seguí como una acosadora, hasta que se quedara solo.

¡Eureka! 

Me tomó mucho tiempo, pero lo valió, Siena y Adén lo dejaron después de comprar unas bebidas en lata. Era mi momento de preguntar.

—Di...— me oculté, por lo que vi.

Una chica muy llamativa se acerco a Dian, y lo abrazó con mucha confianza y cariño, pero él no mostraba ninguna expresión que se podría decir agradable.

—Y bien...¿pensaste en lo que te dije? bebito lindo— dijo acariciando su cabello

—Sí, pero...primero: Deja de abrazarme; segundo: No me llames así, es un apodo horrible; y tercero: No actúes así en un lugar público, tal vez alguien conocido nos pueda ver— sentenció, apartándola bruscamente.

Oh...amiguito, alguien ya los vio, y  ese alguien te conoce muy bien. Analizando la situación, Dian actuaba diferente, normalmente es el chico happy que no mataría ni a una mosca, mas justo en ese momento era todo un fuck boy.

—Wow, hoy estás de mal humor, ¿tu noviecita te dejó?, ¿o acaso tu querida madre... — no terminó, debido a que Dian la calló, literalmente.

—Cállate, eres estresante.

—Okey, bueno, el líder me dijo que tienes tres meses para "eso", si no lo cumples, pues ya sabes lo que te pasará—se cruzó de brazos y sonrió de forma inocente.

Aunque su inocencia se notaba falsa, no tenías que conocerla para saber aquello.

—Lo entiendo, yo puedo con eso, después de todo, ella no es nadie para mí— dijo con un semblante serio.

Enemigos en conexión© [Trilogía Conexiones #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora