♦ Capítulo IV ♦

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Una advertencia, una forma de descubrir la verdad

Al día siguiente esperé a Dian y Ellen, me vestí con algo que yo consideré decente, en mis propias palabras sería un pantalón suelto, un polo muy grande, y una polera aun más grande.

No tengo un buen gusto para la ropa, solo sé que es algo que usan todas las personas por temor a mostrar su cuerpo.

Pero nosotros ya mostramos nuestro cuerpo desnudo cuando habíamos nacido y hasta que fuimos niños, de qué avergonzarse, en verdad no lo entiendo.

Un mensaje borra todos mis pensamientos. Era Ellen.

«Hi~, no podré venir hoy, sigo enferma, siento que ya me voy a morir »

«Nooo, enserio mi suerte es muy culera»

«Pero no pensarás decirle a Dian que ya no vaya a tu casa, o ¿Sí?

«Pff, no cómo crees»

«Más te vale»

«Sí, bueno lo seguiré esperando»

«Chau»

En este punto, nada podría ser peor.

Solo tomé un café, para despejar mi mente. Troné los dedos en la mesa, impaciente.

Ya eran las 8:00 am, tal vez Dian se enfermó.

Cómo habían pasado alrededor de treinta minutos, pensé que Dian no vendría.

Pero tal y como te representan las películas, el chico llega en un segundo, antes de que sea tarde.

—Pasa.

Abrió la boca, para decir algo, pero lo interrumpí.

—No me des alguna explicación del por qué llegaste tarde, solo hay que empezar el trabajo—. dije señalando hacia la punta de su nariz.

—Eh... Pe...—. intentó decir, pero de nuevo lo interrumpí.

—¿Qué no me escuchaste? No digas nada, solo... hay que hacer el trabajo— lo fulminé con la mirada, yo quería empezar el trabajo, no hacer vida social.

—Sí, entiendo, traje unas hojas en blanco, para que... hagamos el resumen— reposó su mochila en uno de mis sofás.

—Hey, no dejes tus gérmenes— dije con tono burlón.

—Ja, Ja ¿Qué te digo?¿Comediante?— dice irónico.

—Sé que no soy graciosa, pero trato de aliviar el ambiente— ruedo los ojos.

—Tú fuiste la que hizo que el ambiente se tornara serio.

—Lo siento— susurré.

—¿Qué dijiste?— preguntó, esperando que diga lo de antes en un tono más alto.

Pero yo tenía planes diferentes.

—Jódete— respondí.

—No fue lo que esperaba, pero estoy satisfecho— se encogió de hombros.

Busqué mi laptop para empezar a hacer el trabajo, mientras tanto Dian buscaba información en su celular, y lo transcribía a los papeles.

Su mirada se centró en mí, y ni siquiera trató de disimular, eso me incomodaba mucho.

Enemigos en conexión© [Trilogía Conexiones #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora