Malena estaba en el jardín de su casa leyendo un libro cuando un sonido la alertó haciéndola detener la lectura. -¿Eres el nuevo guardaespaldas que contrató mi padre? -preguntó sin girarse.
-Así es, pero ¿cómo supiste que estaba aquí?
Ella se encogió de hombros. -Tengo buen oído. Soy Malena Dyer -le dijo extendiendo su mano.
Él tomó su mano. -Me llamo Josh Müller.
-Entonces, ¿mi padre te contrato para que me mantuvieras vigilada?
-No, en realidad me contrató para protegerte -dijo sentandose enfrente de ella y estirando sus pies mientras cruzaba sus brazos sobre el pecho.
Ella se levantó e intentó caminar hacia un lado pero tropezó con sus pies y cayó al suelo.
-¡Cielos! Lo lamento.
-Tranquilo la culpa fue mía. No te vi -rió.
Él frunció el ceño. -¿Cómo, si estoy delante de ti?
-Será porque soy ciega -dijo con sarcasmo y diversión-. ¿Acaso mi padre no te lo dijo?
-Por lo visto no -dijo sorprendido.
Ella soltó una carcajada. -Ya, perdónalo por favor -dijo entre risas-. Él sólo lo hace para que la gente no sienta lástima de mí -profirió más tranquila.
-Bueno -anunció saliendo de su asombro-. Yo no pienso tratarte con especialidad. Por lo que veo te sabes valer por ti misma. Quiero más bien ser tu amigo.
Ella bufó. -Al menos mis oídos están tan desarrollados como para saber cuándo alguien suena sincero. Sin embargo, tu voz se oye muy neutral.
-Lo lamento -espetó en un intento de disculpa-. Sólo trato de ser lo más profesional posible.
Ella sonrió. -Si quieres ser mi amigo deberás ser tú mismo.
-¿Estás segura? Soy conocido por ser un conquistador. Dime, ¿acaso quieres que flirtee contigo?
Ella se sonrojó. -Eso será en tus sueños -ambos rieron.
Entraron en la cocina de la mansión, amueblada modernamente. Gabriela, el ama de llaves, estaba preparando el almuerzo cuando ellos entraron. -¿Qué tal la entrevista? -preguntó sin apartar la mirada de la tarta que preparaba para el postre.
-Ha pasado la prueba Gaby.
-Qué bien. Ya era hora. Me preocupaba que ya no pudieras salir por los incompetentes esos que vendieron su trabajo -miró a Josh y le guiñó un ojo-. Bienvenido al equipo.
-Gracias... ¿puedo llamarla Gaby?
-Claro. Sepa que Malena es nuestra esmeralda más adorada.
-Lo tendré en cuenta y le aseguro que cumpliré a cabalidad mi trabajo.
-En ese caso es mejor que empiece desde ya. El señor Frederick los espera en su despacho.
-Gracias Gaby. Ven sígueme -dijo Malena mientras giraba y salía por la puerta que daba a la sala.
Josh la observó. Era alta, como uno setenta. Tenía la piel bronceada. Los ojos y el cabello castaño. De nariz pequeña y labios rosados. Y se conocía la casa como la palma de su mano.
-¿Te desempeñas igual afuera que dentro de tu casa? -no pudo abstenerse de preguntar.
-Sí -hizo una pausa-. Sé que se oye raro, pero me ayudo con las pulseras sunu band. Tienen el mecanismo de ecolocalización. El mismo que utilizan los murciélagos.
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Aunque no te pueda ver
Historia Corta[Completa] Ella lo ha estado esperando desde hace tiempo y ha sufrido un accidente de consecuencias irreversibles. Él por fin llegó por ella y piensa que lo ha olvidado. No lo reconoce. Lo que él no sabe es que ella no lo puede ver. ===============...