Mi amor

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Un mes después:

Gillian se a quedado aquí y se ha vuelto un gran amigo para mi, Marcia se había ido con su mate a vivir.

Él se había enterado por mi que la guerra sería pronto y entonces decidió llevársela a su manada donde estaría a salvo ya que su mate es el Alfa de la tercera manada más poderosa del mundo él la protegerá con su vida si hace falta.

Gillian- hey honey- ya hasta apodo me puso, yo también ya le puse un apodo.

Gwendolyn- hey Baby- se sentó en la silla frente a mi.

Gillian- ¿harás algo esta noche?- lo pensé, si tenia algo pero Natasha seguramente le habrá cancelado los planes a Fredy así que no tenia nada.

Gwendolyn- no ¿por que?- chasqueo los dedos.

Gillian- saldremos esta noche, ponte algo lindo pero que te sientas cómoda- él siempre quería salir a explorar los lugares que había en este bosque rojo.

Y siempre encontrábamos lugares hermosos y también una buena aventura.

Gwendolyn- esta bien- él se levanto beso mi mejilla.

Gillian- te veré en la puerta a las 8 en punto- después de eso salió corriendo yo me quede mirando la puerta de mi oficina abierta.

Suspire, estos días no he ido a la escuela por miedo a un ataque por parte de Becca pero según me informan esta mas ocupada con Gideon por que ya lo marco aun que eso no me lo tuvieron que decir, yo lo sentí.

Aun había una esperanza para nosotros pero él término de romper la última conexión que teníamos, esa noche sufrí mucho.

Fredy tuvo que sedarme para que pudiera dormir, pero aun así podía sentir mi piel arder, sentí como millones de agujas atravesaban mi corazón, mi loba aullaba de dolor comunicando su dolor a los lobos de la manada.

En la mañana que desperté Gillian había dormido conmigo, cuando me metí al baño me di cuenta que tenía muchos moretones en mi cuerpo y sentía como si me hubieran dado una inmensa golpiza.

Desde esa mañana lloraba, Gillian siempre estaba ahí tratando de subirme el animo y lo lograba por mucho que yo me resista, sentí mis mejillas mojadas y fue ahí que me di cuenta que volví a llorar.

Me limpié rápidamente las lágrimas tratando de volver a concentrarme en los documentos que tenía frente a mi firme los últimos documentos y salí de mi oficina.

El resto del día solo pude pensar en cómo convencer a Becca de que solo nos enfrentáramos ella y yo sabía que no sería fácil mucho menos si Gideon trataba de meterse en la pelea.

Un humano es más fácil de matar y podría debilitar a Becca si logro asesinarlo pero me matarían a mi antes de que si quiera pudiera tocarle un cabello a Gideon.

Al fin llegó la noche, me bañe, no me maquillé y me puse a ver en mi armario que era lo que tenía.

Al fin llegó la noche, me bañe, no me maquillé y me puse a ver en mi armario que era lo que tenía

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El vampiro de dos Alfas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora