La magia en tu mirada

capítulo 4

11 marzo, 2016 / 10:30 a.m

Wow nunca había visto algo parecido.

- Bienvenidos a la Atlántida o centro de operaciones _ dijo Katia dando saltos mientras avanzaba.

- Pero, como... pensé que esto ya no existía _ dije impresionado por la gran estructura de cristal que estaba frente a mí.

Era parecido a un gran castillo medieval pero a la vez moderno, cubierto por una gran ¡¿burbuja?! ¡Oh por Dios! Estamos bajo el agua como no me di cuenta, frente a mí se desplegaba un largo y ostentoso camino para llegar a la entrada, igual que el castillo está cubierto por una burbuja pero esta tenía la forma exacta del camino.

- Eso es lo que los humanos creen _ dijo con una risilla.

- ¿Dónde estamos específicamente? _ Dijo Alberth mirando alrededor sorprendido.

- ¿Sabes que es la fosa de las marianas? Bueno, estamos más profundo que eso.

-Pero ¿cómo carajos llegamos aquí?

- Ves esto _ dijo alzando su brazo mostrándome la pulsera _ contiene tecnología que dobla el espacio con esto puedo ir a cualquier lugar que desee.

Entonces, mire a Alberth haciéndole señas para quitarle la pulsera y me entendió perfectamente, cuando estuvimos a punto de lanzarnos contra ella, habló.

- Ni se les ocurra _ dijo sin voltearse y sin detener tu paso.

- Como supiste que... _ dijo Alberth anonadado.

- Estoy en todas parte cariño _ dijo apareciendo detrás de nosotros.

Alberth dio un grito que hizo que su masculinidad se fuera por los suelos.

- Eres una niñita _ dijo Katia explotando en carcajadas.

- Como no quieres que grite si eres como un demonio _ dijo Alberth siendo todo un drama queen.

- Hemos llegado _ dijo empujando una gran reja de oro con lazos de agua a su alrededor.

Era más hermoso de cerca, pensé que era cristal pero me doy cuenta de que es diamante, paso los dedos por la superficie de este cortándome al instante.

- ¡Mierda! _ exclamo con dolor, cuando veo mi mano esta toda ensangrentada, no ha sido un corte superficial _ casi me corto la mano.

- Ya, ya no seas un bebé _ dijo Katia tomando mi mano entre las suyas.

Unas sombras aparecieron de sus manos envolviendo la mía pero esta vez no sentí dolor ni muerte, sentí... paz, tranquilidad, energía, me gusta este sentimiento, en un abrir y cerrar de ojos el corte ya no estaba excepto por una parte mínima en el dedo índice.

- Listo, problema resuelto _ le enseñe el dedo _ ¡oh! eso se puede arreglar.

Se acercó a mí e hizo algo que no esperaba, se lo llevo a la boca ¡me estaba chupando el dedo! me estremecí ante el contacto. ¡Joder! esta mujer me quería dar un infarto, sabía lo que hacía puesto a que me dio una mirada perversa y se apartó, su sonrisa cambio a una de burla.

- Alto ahí ustedes dos, no quiero porno en vivo ni menos hacer mal tercio así que dejen de hacer esas cosas.

Aún en shock Katia se acercó a mí y me susurró.

- Parece que tu amigo se puso contento _ pensé que se refería a Alberth pero me di cuenta que me había dado un puta erección, ¡una erección! qué vergüenza _ bueno, sigamos es por aquí dijo doblando a la derecha.

- Amigo estas en serios problemas _ dijo Alberth palmeando mi hombro y yendo detrás de Katia.

¡Que me está haciendo esta mujer por Dios! Seguí caminando doblando a la izquierda no estaba seguro por donde habían cogido y lo que menos quería era perderme en este lugar. Pero ¡oh vaya! me perdí, me iba adentrando más en el castillo, lo sabía puesto océano se veía con una tonalidad más oscura cada vez que pasaba una ventana las cuales eran pocas; iba organizado de esta manera cada 10 puertas 1 ventana aparecía con menos visibilidad, no me atrevía abrir las puertas ya que en cada una salían sonidos extraños u olores. Cuando estaba a punto de devolverme para ver si encontraba a Alberth una voz muy gruesa me detuvo.

- Joven ¿qué hace fuera de clase? _ la voz provenía de un señor de aproximadamente 45 años era musculoso y alto.

- Disculpe señor pero no estudio aquí _ trate de sonar amable.

- Estos mocosos y sus mentiras _ se acercó a mí a paso rápido y me tomo del brazo _ eres de hendricson ¿no es así?

- Señor suélteme le estoy diciendo la verdad _ dije mientras intentaba soltarme de su agarre.

Por más que me puse resistencia no sirvió para nada ya que él era más alto que yo y más fuerte, me arrastró hasta una puerta de acero y tocó con firmeza, de esta salió un tipo más joven pero igual de alto y musculoso debía ser el tal hendricson.

- ¿Qué quieres vasayus?

- Uno de tus estudiantes se escapó _ dijo el tal vasayus empujándome hacia el frente.

- Ya le dije que no estudio aquí, nunca había estado en este lugar _ ya estaba fastidiado por la situación.

- Nunca lo había visto _ dijo el tipo del cual no recuerdo su nombre _ debe ser uno de los nuevos.

- ¡Que no joder! no estudio o estudiaré aquí, llegue con una chica llamada Katia.

- Eso no puede ser posible _ dijeron los dos sin creerlo, lo cual me pareció raro.

- Búsquenla y ellas les dirá.

- ¿Decir qué? _ me voltee encontrándome con Katia.

- Jefa este este chico dice conocer a su hermana.

- Espera... ¡¿Katherine?!

- La misma querido Matthew.