Los álbumes son lo mejor que existen, puedes ver las fotos de grandes recuerdos que no quisieras olvida nunca, que por siempre quieres que duren en tu memoria. Que mejor un álbum donde todo nuestro romance esté guardado y cuidado por ambos, poder mo...
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Segundo aniversario de casados, la pasaría completamente sola. Veía aquella foto de la boda, sonreía al no creérmelo aún que en verdad me hubiera casado con él. Fue simplemente atracción del momento, continuamente de un amor del cual no quería alejarme y vaya que no lo hice. Desde el primer día que fuimos novios hasta hoy han pasado seis años y medio juntos, cuando creí y temía que no llegara ni al primer aniversario de novios juntos. Sonreí nuevamente, sería feliz por el resto de mi vida. Recuerdo tantas cosas que pasamos juntos, como el día en que él creyó que estaba embarazada. Ay Katsuki, no olvido tu expresión de susto mezclado con orgullo.
Pero desgraciadamente era una simple enfermedad, a mí no me hubiera molestado que fuera un bebé y creo que a ti menos, pero cuando te dije que no era un pequeño, yo recuerdo que ni siquiera querías comer. En verdad ansiabas por que te dijera que era un bebé. Aún no puedo darte un hijo, no por que no quiera, es por que aún no hay alguno en mí. Por más que tengamos intimidad sin protección aquel sueño entre ambos no llega. ¿Tengo qué esperar más?, sería precioso ver una pequeña combinación de ambos.
Dejé la foto en su lugar y me acomodé en mi cama, vacía nuevamente. Cerré mis ojos para conciliar el sueño cuando escuché un fuerte ruido en la sala, mi corazón se aceleró por que alguien hubiese entrado. Me levanté de golpe lista para activar mi quirk cuando la puerta se abre y veo un enorme ramo de rosas frente a mi.
-¿Eh? -pregunté confundida.
-Lo siento mucho por llegar tarde, amor.
Mis mejillas comenzaron a arder mientras mis ojos ardían, lloraría de eso no había ni la menor duda. Sonreí para después mover lentamente las flores y saltar sobre él para darle un fuerte abrazo, lo quería solamente a él.
-No te disculpes... llegaste, llegaste amor -lo abracé escondiendo mi cabeza en su pecho.
Sentí sus brazos rodearme y besar mi frente, me sentía como el primer día que comenzó esta historia de amor.
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Era domingo por la mañana, lo que significaba que Katsuki y yo hoy no trabajaríamos. Habían pasado tres semanas desde el día de nuestro aniversario, y por suerte no había bastante trabajo.
-¡Buenos días amor! -grité estirando mis brazos.
Me di cuenta que él no estaba en la cama, pero encontré una nota junto a mí y una rosa roja. "Amor, estoy en la cocina te espero abajo. Buenos días cara de ángel". Sonreí al leer aquello, me levanté inmediatamente que solamente me puse mis pantuflas. Mi pijama simplemente consistía en un pequeño short y una camisa de mi amado esposo. Abrí la puerta para ir inmediatamente a la cocina, cuando llegué lo encontré con un simple pantalón de pijama mientras cocinaba.
Me acerqué corriendo para abrazarlo por la cintura, su olor natural era tan adictivo que me hacía estremecer al momento en que entraba a mis fosas nasales.
-Buenos días amor. -besé su espalda- Creo que amaneciste muy feliz ¿no?
-Tengo un buen presentimiento. -respondió sonriendo de lado.
-¿Así?, que extraño amor -acaricie su brazo.
Maldición, sus bíceps están muy, muy, muy bien formados. Miré su abdomen en donde tenía leves marcas de una noche candente, sonreí nuevamente al verlo y besé sus labios. Cuando cerré mis ojos al momento del beso, mi cabeza dio un par de vueltas que tuve que separarme de aquel beso. Una leve náusea apareció en mi cuando lo solté y caminé hasta el baño, me sentía mal en verdad.
"Tengo un buen presentimiento", aquella frase retumbó en mi cabeza. Me puse a contar mentalmente mi último período y la última vez que ambos tuvimos intimidad sin protección, la cual era difícil recordar ya que al ser esposos no utilizábamos.
Cerré la puerta de el baño justamente en su cara, cerré con seguridad mientras mis mejillas ardían como nunca. Busque mis pruebas de embarazo, he guardado algunas por si acaso, como en este caso. Saqué una de su paquete y seguí las instrucciones para ver aquel resultado que me carcomía.
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Mis lágrimas caían sin parar, le mentí a Katsuki que me sentía terriblemente mal y me trajera a un hospital. Al hacer una prueba de sangre, el resultado que tanto ansiaba ver salió en el.
-Positivo, Katsuki... ¡Es positivo! -lo abracé.
Él se encontraba en completo shock, y como negarlo que yo al principio estaba.
-¿Un bebé?, ¿es enserio? -preguntó mirándome.
-Sí, sí lo es -sonreí.
Sus lágrimas comenzaron a caer sin previo aviso, sentí sus labios contra los míos.
-Gracias, Ochako -susurró entre el beso.
Así puedo deducir que es otro recuerdo que jamás olvidaré y otro hermoso momento que será mi favorito junto a este amor que vivirá por siempre.
