Los álbumes son lo mejor que existen, puedes ver las fotos de grandes recuerdos que no quisieras olvida nunca, que por siempre quieres que duren en tu memoria. Que mejor un álbum donde todo nuestro romance esté guardado y cuidado por ambos, poder mo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Una carta, excelente idea Ochako! Da la casualidad que seguro al leerla o notarla él la quemará inmediatamente, no le importará tener otra carta de una absurda enamorada más. Sí, aceptamos que no es el tipo más tierno y romántico de todos, pero también aceptamos que es atractivo físicamente. A pesar de no ser el príncipe soñado nos hacía fantasear un amor con él. Durante el tiempo de compañeros que compartimos, he sabido de cartas o confesiones que han hecho algunas chicas de la escuela hacía él, conclusión, todas terminan con el corazón roto y él rechazando e incluso insultando. ¿Por qué insultar?, pues hablamos de Bakugō, sabemos cuál es su manera de hablar con la gente. Grosera.
¿Cómo le entregaría la carta?, no quería dársela de frente. ¡Me moriría de la vergüenza!, además si me rechaza lo cual es seguro,lo hace aún más vergonzoso. ¿En su casillero?, muy aburrido. ¿En su mochila?, un clásico. ¿En persona?, ¡ni loca! ¿Enviada por alguien?, muy cobarde pero funcional. Estoy perdida, no tengo ni la menor idea de lo que haré. Piensa Ochako, piensa. ¿Le entregó la carta a alguien y ese alguien a él?, suena muy bobo, ¿Quién me ayudaría? Deku moriría del miedo después de decirle, creo que se infartaría del miedo por llevar esa carta. ¿Todoroki?, la entregaría sin pena alguna seguro pero diría que es de parte mía o Bakugō pensaría que es una broma.
¿Mina?, ¡Menos! ¿Denki?, pensaría lo mismo anterior. Mi única opción es que su mejor amigo me ayude, pero ¿aceptará? Creo que es mejor preguntarle, giré mi vista a todos lados buscando aquellos cabellos parados y rojos. ¡Bingo! Me acerqué inmediatamente rezando por que Bakugō no estuviera ahí junto a él, para mi mala suerte ahí estaba, ¿Qué haría ahora?. Tomé la mano de el pelirrojo y tiré de él alejándolo de su rubio amigo.
-¡Oye, Uraraka! -exclamó sorprendido.
-En un momento te explico -respondí en voz baja.
-¡Hey, cara redonda!
Ignore completamente a ambos para llevarme lo más lejos posible a Kirishima, una vez que me asegure que el rubio no estaba ahí di un gran suspiro de alivio mientras mi confundido compañero me veía extraño.
-¿Puedes hacerme un enorme favor? -pregunte sonrojada.
-¿Eh?, claro. Pero, ¿Por eso me alejaste de Bakugō?
-Es que tiene que ver con él, sobre esto... -le entregué la carta.
-¿La hiciste para él? -asentí-, ¿te da vergüenza entregársela?
-Sí, no quiero su rechazo directo frente a mi -respondí nerviosa.
-Bueno, le entregaré la carta más tarde. ¿Tiene tu firma?
-No, de hecho no sabrá de quién es...
-¡Acaso estas loca Uraraka!, deberías firmarla -me miró suplicante.
¿Porqué debería?, seguro terminará hecha cenizas, rota o hecha bola en la basura. No tiene caso poner mi nombre en aquel papel con mis sentimientos para que él no le tome importancia.
-Yo sé lo que digo, hazlo -suplicó.
-De acuerdo -la tomé para firmar el sobre-. Aquí está, seguro después de saber quien es me dirá que soy una bastarda más enamorada.
-Tranquila -tomó mis hombros-, confía en mí, ¿de acuerdo?
Después de eso miré como se iba al salón de clases, mi corazón latía demasiado el sólo pensar en la reacción y respuesta por parte del rubio me hacía sudar. Estaba completamente nerviosa, temía que fuera un "aléjate". Una carta, ¿Porqué no chocolates?, por que sabía que él no era de dulces.
• ────── ✾ ────── •
El día pasó lentamente, los chicos recibían sus regalos por parte de las chicas. Bakugō había recibido muchas cartas y regalos, pero todo lo regresaba con un "no me interesa". Mis nervios aumentan mas y sobre todo cuando miré que Kirishima se acercó a él con mi carta en la mano, ¡Se la entregaría frente a mi! Quería huir pero a la vez ver su reacción al verla, estoy preparada para lo peor. Escondí mi rostro sobre mi mochila mirándolo levemente, ¡todo mi terror comenzó!
-Bro, ten es para ti -le mostró la carta.
-¿Qué es esa mierda? -la observó, supongo que tiene sus dudas.
-Tu admiradora del aula la mandó -sonríe.
-¿Admiradora del aula? -preguntó confundido.
Sentía mi temor recorrer todo mi pequeño cuerpo, ¿qué debería hacer?, ¿irme o esperar a ver su respuesta? Estoy en un trance en el que no entiendo qué es peor o mejor.
-Léela -la entregó.
-¿La cara redonda? -preguntó al verla.
Sentí mi cuerpo tensarse, corrí de ahí inmediatamente sintiendo la mirada sobre mi. ¡Qué vergüenza!, sabía que no debía firmarla. Esto era completamente vergonzoso. Lo mejor que podía hacer era correr, tanto lejos de Bakugō y de mis compañeros del aula. ¡Que estúpida!, era obvio que mis sentimientos no serán correspondidos. Corrí lo más que pude hasta llegar a un parque, me dolían las piernas, estaba tan avergonzada que olvidé mi quirk. ¡Podía volar si lo quería! Comencé a jadear en busca de aire hasta que sentí una mano sobre mi hombro.
-Oh, disculpa ¿estoy estorbando? -pregunté sin voltear a ver.
No sé cuanto tiempo pasó en lo que recuperaba el aliento, pero sentí como me abrazaban por la cintura y recargaban su barbilla sobre mi cabeza. Mi corazón latía como nunca en la vida, sentía calidez y comodidad.
-Estúpida cara redonda, ¿toda la mierda que escribiste es verdad? -preguntó.
Mi cuerpo se tensó y sentía mi piel erizarse, mis mejillas ardían.
-Sí Bakugō, todo lo que escribí es real -respondí.
-¿Quieres saber mi jodida respuesta? -preguntó nuevamente.
-Por supuesto... supongo que será un rechazo. -escuché una risa proveniente de él-. Oye, ¿de qué te ríes?
Su risa, no era aquella que siempre cuando peleaba. Era distinta, él era distinto... su risa era cálida.
-Si te fuera a rechazar no te hubiera buscado, y mucho menos abrazado -apretó su agarre-. Correspondo a los mismos jodidos sentimientos, Ochako.
Ochako... nunca me había gustado tanto escuchar mi nombre como hoy.
-Eso es un...
-Un espera, yo debo preguntarlo después. ¿De acuerdo? -preguntó riendo.
-De acuerdo Bakugō -sonreí.
-Katsuki, es mejor que me llames así.
-De acuerdo, Katsuki.
Sentía mi corazón latir demasiado que saldría de mi pecho. Me sentía feliz, ¿Kirishima ya lo sabía y por eso me hizo firmar la carta? Así parece, después de todo son mejores amigos. Que locura, eso es guardar muy bien los secretos, realmente no lo hubiera imaginado.