Capítulo 4

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'Porque cariño, nadie, te conoce como yo, y cariño, nadie te ama de la manera que yo lo hago. Ha pasado tanto tiempo, ha pasado tanto tiempo, tal vez eras a prueba de fuego, porque nadie me salva como lo haces tú.'-One Direction, Fireproof.

Era la última clase. Estaba bastante cansada, llevaba así todo el día, de hecho apena me podía concentrar en lo que los profesores contaban.

El timbre sonó anunciando el fin de las clases por fin. Recogí mis libros y salí caminando tranquilamente hacia mi taquilla.

-Hey Lea.-una voz masculina me llamó.

Volví mi cabeza para ver al chico.

-Hey Daniel.-sonreí ante el chico de los ojos azules.

Daniel O'Donnell era un estudiante de último año. Él era alto, un poco más que yo, de unos ojos azules celeste y pelo castaño. Era fuerte e inteligente. Las chicas solían babear por él, pero no era su estilo ser mujeriego. Por eso siempre nos hemos llevado bien aparte de que compartíamos algunas clases.

-Esto...-se rascó la nuca mientras caminaba a mi lado.-me preguntaba si te gustaría salir este viernes al cine.

¿He oído bien? ¿Daniel O'Donnell me estaba pidiendo una cita?

-¿Una cita?-dije algo nerviosa.

-Sólo si tu quieres que lo sea.-sonrió y fijé mi mirada en sus ojos.

-Me gustaría.-sonreí amablemente.

-Genial entonces, te llamo esta tarde ¿vale?

Asentí mientras seguía con una sonrisa dibujada en mi cara. Él se fue andando a paso tranquilo y yo me apoyé en las taquillas dejando salir un suspiro.

Tenía una cita con Daniel O'Donnell.

Él era jodidamente atractivo y su personalidad me gustaba, pero si digo la verdad nunca pensé en tener algo con él. Hasta ahora.

Suspiré y volví a mi camino hacia la taquilla que me pertenecía. La abrí y dejé mis libros dentro.

Esta tarde no tenía planes, ninguno además de estudiar. Sentí mi móvil vibrar y lo saqué del bolsillo delantero de mis jeans.

-Lea, cariño, estamos en la caferetería de la esquina, ¿te apetece venir?-leí el mensaje que Julie me había mandado hace unos segundos.

-En cinco estoy ahí :)x.

Respondí para luego volver a guardar mi móvil.

Cogí mi mochila y caminé un buen rato hasta la cafetería. Una vez dentro localicé a mis amigos en una mesa. Julie, el idiota de Ashton, mi hermano y mi mejor amigo, Calum. Pero faltaban Hannas y Luke.

Me acerqué y sonreí.

-Hola chicos.-saludé y todos me miraron con una sonrisa, todos menos Ashton, obviamente.

-¿Qué tal hermanita?-mi hermano me señaló que me sentara a su lado.

-Muy bien.-sonreí ampliamente mientras tomaba asiento.

Giré mi mirada hacia donde se sentaba el rubio de rizos y vi a Julie agarrada de su brazo. Mi mandíbula se tenso pero rápidamente la sonrisa volvió restándole importancia al asunto.

-¿Por qué tan feliz?-preguntó Julie.

-Nada importante.

Mentira. Sí era importante, y mucho. Pero aún no lo iba a contar. No por ahora.

-Voy a pedir un refresco.-salté se mi asiento y me dirigí a la barra.-Una fanta limón, por favor.-le dije al chico que atendía.

-En un momento guapa.-ladeó una sonrisa y desapareció.

-¿Ligando con el camarero?-una voz sonó en el oído, lo que hizo que mi piel se erizara de imediato.

Tragué en seco y me giré.

-Ese no es tu problema.-sonreí con sarcasmo.

-Oh, lo siento no quería ser maleducado, Lana.-rodé mis ojos.

-LEA, es Lea cabeza hueca.-hicé una mueca, a lo que él sonrió enseñando sus hoyelos. Sus estúpidamente adorables hoyulos.

Algo me decía que le gustaba verme enfadada. Capullo.

-Aquí tienes tu refresco, guapa.-una tercera sonó.

-¿Qué dijiste?-le preguntó Ashton al camarero.

Ashton dio unos pasos hacia la barra mirando severamente hacia el camarero.

-Sólo traje el zumo de la señorita.-se retractó el chico.

-Mira amigo, deja de ligar con ella y encárgate de servir que para eso te pagan, imbécil.-el pobre muchacho elevó las manos en señal de paz.

Le tiró un billete mientras yo le miraba petrificada. Literalmente.

Cogió mi zumo y se volteó a verme.

-Quita esa cara, parece que acabas de ver a un fantasma.-me guiño un ojo y empezó a caminar en dirección a la mesa.

-¿Qué demonios ha sido eso?-solté por fin. Él me miró.-¿Con qué derecho le has dicho eso a aquel chico?

-No estaba cumpliendo con su trabajo.

-Le pedí un maldito zumo y él me lo trajo, no veo el problema.-dije alterada.

Me tendió el zumo y lo miré desconfiada.

-No lo he envenenado.

-¿Cuál es tu problema Ashton?

-Tú.

Never, darling {Ashton Irwin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora