III.

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Capital letters-Hailee Steinfeld

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Capital letters-Hailee Steinfeld

Sus padres se fueron la mañana siguiente como dijeron. Ya estaba instalada en casa de Estefanía, y estaba preparándose para ir a sus clases. Ese día recibirían los resultados de su primera revisión, solo esperaba que no tuviera tantos errores.

—Mama Tina, saliendo de la Uni iré a casa de Mario nuevamente. No sé a qué hora llegue, pero les mantengo avisados, diles a mis tíos, por favor.

—Claro que sí, hija. Con cuidado, estoy al pendiente—se despide, acompañándola a la puerta.

Había quedado con encontrarse con Mario en la cafetería para esperar su cita con el profesor, eran los últimos en pasar a revisión pero querían estar allí un poco más temprano en caso de que algún equipo se atrasase. Lo vio a lo lejos, pero antes de reunirse con él, se encontró a sus amigos.

—Aquí está la desaparecida, casi no te hemos visto estos últimos días—saludó Sandi al verla. Era de sus amigas más cercanas. 

—Seguramente el nerd la ha mantenido entretenida—dice con sorna Ricardo, haciendo que ella rodara los ojos. De todo su grupito, él era quien menos le caía. Siempre había querido meterse entre sus bragas como con todas, pero ni en sueños pasaría, no salía con idiotas como él.

—Pues a decir verdad, sí. Hemos estado trabajando en el proyecto y saliendo por allí—comentó como sin nada. No le daba pena decir que pasaba el tiempo con él, al contrario, no tenía nada de malo.

—¿Saliendo por allí? Que se supone que eso quiere decir—el tono de Ricardo no le gustó para nada, ¿Quién se creía?

—None your bussiness... anyway, me está esperando que tenemos revisión, ¿ustedes ya pasaron? —cuestionó, ignorando las miradas de él. Raúl, el amigo de este fue quien contestó, dirigiéndole una mirada de molestia al chico.

—Sí y nos fue de chi... literal tenemos que comenzar todo nuevamente, estamos jodidos, no creo que terminemos a tiempo—espetó. A diferencia de Ricardo, a él si le importaba obtener una buena nota y aunque era su mejor amigo,  odió el momento en que el profesor lo emparejó con él.

—A nosotros nos fue un poco mejor, aunque aún tenemos mucho por corregir—comenta Sandy, señalando a Omar, su compañero de equipo, que asintió con una mueca de fastidio.

—Estoy hasta la madre de esto, ¿por qué creíamos que era buena idea tomar esta clase en verano? Si hacerlo en un semestre es pesado, en dos meses en una locura—espeta y todos asienten de acuerdo, incluso ella.

Quitando el hecho de eran medio odiosos con algunos compañeros, como Mario por ejemplo, quería mucho a esos chicos. Eran divertidos y disfrutaba pasar tiempo a su lado. Sandy, Mónica y ella eran las únicas mujeres, mientras que los chicos eran cinco; Raúl, Omar, Ricardo, Rob y Joel. Todos, a excepción de Ricardo, le caían bien en general y sabía que si él no estuviera en el grupito, todos serían menos idiotas. De alguna manera se dejaban influenciar por él, y eso, lo odiaba.

A segunda Vista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora