ᴇʟ ʀᴇᴛʀᴀᴛᴏ ᴅᴇ ʜᴀʀʀʏ ᴘᴏᴛᴛᴇʀ; [ᵈʳᵃʳʳʸ/ʰᵃʳᶜᵒ]

[ єℓ gяιτο ]

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EDVARD MUNCH.

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Adicto, en eso se habia convertido.

Adicto al arte, adicto a la pintura y a todo lo que representaba, pintaba y no dejaba de hacerlo. Por que lo amaba, amaba el color en sus dedos, amaba sentirse vivo. Ver como los colores llamativos llenaban su ser.

Aunque claro, nadie llena más mi corazón que Harry. Pensó mientras se sonrojaba y sonreía inconscientemente.

Si, aún en el piso, con la sangre saliendo de su cuerpo, sonrió, sonrió y se sonrojó. Harry despertaba su más desesperantes sentimientos.

Se sintió avergonzado, ¿Y si se sonrojaba frente a Harry? eso sería vergonzoso y hasta tal vez incómodo, el debía ser fuerte, seguro y sexy.

Con una idea en mente, sonrió y corrió un poco débil hacia uno de sus secretos guardados, no era nada interesante ni peligroso pero seguro lo haría quedar bien frente a Harry.

Tomó los lentes de sol negros, y aunque no sabía por que carajos estaban ahí, ya que era el mundo mágico y con magia podías cubrirte del sol. Pero sin importarle mucho se los colocó.

Caminó hasta un espejo que se encontraba roto, con unos cristales en el piso, tocando sus pies y pinchandolos, clavandose en sus adolorida piel. Pero a Draco no le importó no sentía el dolor.

Se observó en el espejo.

¡No puedo verme así para Harry! pensó.

Paso las palmas de sus manos por la camisa intentando alizarla, cosa que no paso. Estaba manchada se sangre y algo sucia, Draco suspiró, así no iba a conquistar a Harry.

Con los lentes aún puestos, caminó hasta dl balcón y suspiró una vez más.

Vamos Draco, tú puedes.

Decidido, acomodó los lentes de color negro y caminó algo coqueto hacia el espejo, lo miró y apoyó su hombro en el ventanal para mirar al espejo fijamente.

--- Hola, Harry. ¿T-te gustari-ia salir conmigo? ---Preguntó coqueto al espejo.

Concluyendo que esa no era la mejor manera, salió al balcón y con otro suspiro camino algo raro, lo que en seguida se arrepintió y volvió al balcón.

Esta vez, con un caminar coqueto y hasta algo tierno por los nervios, apoyó su hombro y bajándose en un intento de seducción los lentes, mirando coqueto al espejo.

--- Y dime, Potter. ¿Saldras conmigo? ---Preguntó y enseguida se arrepientió.

Muy directo. Concluyó.