ᴇʟ ʀᴇᴛʀᴀᴛᴏ ᴅᴇ ʜᴀʀʀʏ ᴘᴏᴛᴛᴇʀ; [ᵈʳᵃʳʳʸ/ʰᵃʳᶜᵒ]

[ єℓ яєτяατο ∂є нαяяγ ροττєя ]

Trazó algo nervioso el pincel por sus dedos, parecía tan irreal. No podía creerlo, pero estaba terminando. Sus lineas y su tiempo detallando y dandole vida a su retrato habian sido cobradas, dejándolo impactado.

No podía creer que el mismo, con sus pensamientos, con su físico, con sus problemas, con todo el dolor que sentía. Pudiese manifestarse mediante una pintura que ni el mismo sabría describir, estaba ante uno de los mayores logros de su vida y no sabia como interpretarlos. No sabía, sentía orgullo. Por primera vez en años sintió las lágrimas caer por sus mejillas por la felicidad del momento.

Su retrato, su obra de arte habia sido terminada.

Dió unos pasos hacia atrás, admirandolo, observando y añorando, sin creer que el le habia dado vida a esa pintura con sus propias y ahora manchadas manos.

Un caminar algo brusco se escuchó y rápidamente, nervioso, y angustiado Draco guardó el retrato.

Notó que aún con el retrato atrás del mueble se podía ver, las lágrimas de nervios y desesperación salieron. Le rompería el alma que Voldemort destruyera lo poco que quedaba de orgullo por el mismo, y su orgullo era aquel retrato que con tantas noches de desvelacion y esfuerzo habia conseguido.

Escuchó una conversación que parecía estar bastante cerca de la puerta, era Voldemort y otro mortifago, corrió hacia el balcón.

Sin pensarlo dos veces se acercó a la madera estampada contra la pared y comenzó a romperla con sus brazos. La madre le picaba, le hacia doler fuertemente las manos, notó que comenzaron a ponerse moradas pero sin importarle, siguió con su cometido, sin importarle que sus manos estén tan débiles y de no saber si sobreviviría a otra violación, a otra embestida sin desangrarse.

Cuando finalmente pudo esconder el retrato, corrió al sillón polvoso, ensuciando sus piernas. Justo cuando Voldemort dió entrada.

Este último le sonrió y Draco solo atinó a quedarse callado.

--- ¿Cómo esta mi puta preferida? ---le preguntó haciéndolo parar bruscamente--- bien que le hablas lindo a Greyback, ¿No putita? pero no te ilusiones, maté a tu amante. Te hubiera cojido frente a él pero unos asuntos se me presentaron, quedarán para otra ocasión.

Draco no contestó. Voldemort se quedó justo en frente de él, llevando con sus manos un cabello rubio del joven hacia atrás.

--- Es una pena que no hayas visto como tu madre se regocijaba ante mí ---Draco lo miró soprendido, sin entender--- pidió por tu libertard, ¿Y sabes que recibió a cambio?

Draco solo lo miró, pidiendo internamente que este pasando lo que él pensaba que estaba pasando.

--- Jhonsson. ---llamó a otro mortifago que enseguida entró, y cuando lo hizo miró descaradamente las piernas de Draco--- Oh si, es toda una puta delicida ¿Verdad? ---le comentó al otro mortifago y este sonrió sombríamente--- si supieras como pide que lo deje sangrando por las noches.

Draco, cabizbajo, con lágrimas por la humillación y la falta de respuesta respecto a su madre, sintió que estaba débil, herido y una vez más, era por Voldemort.

--- Trae a Narcissa y a Lucius, Jhonsson. ---le ordenó y el otro fue por los nombrados.

La mano de Voldemort se posicionó en la mandíbula del más jóven de los Malfoy, y lo alzó bruscamente. Haciendo que lo mire fijamente.

--- ¡¿Creías que no te iba a castigar por lo que hiciste con el imbécil de Greyback?! ---lo abofeteó dejandole la mejilla roja por sus garras, Draco sollozó--- ¡Ahora lloras pero cuando se enterraba en tu culo gemias como la puta que eres! ¡No eres más que eso, Draco! ¡Una puta de mierda, que le gusta tragarse el semen!