ᴇʟ ʀᴇᴛʀᴀᴛᴏ ᴅᴇ ʜᴀʀʀʏ ᴘᴏᴛᴛᴇʀ; [ᵈʳᵃʳʳʸ/ʰᵃʳᶜᵒ]

[ ℓαѕ ∂οѕ ƒяι∂αѕ ]

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FRIDA KAHLO.

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Pintaba con suavidad los bordes de lo que sería su pintura, su obra maestra, dejando en claro que la belleza de Harry debía ser vista más de una vez.

Trazó con sus pálidos dedos las lineas, con elegancia, se mordía el labio ligeramente. Aún le dolía, pero estaba tan entretenido mirando el retrato, sí, así le gustaría que se llamara, tan elegantemente. Tan fino que hasta lo más ricos lo miraran maravillados.

Pero lo que más le daba elegancia, era el rostro de Harry. Sus facciones, su mirada penetrante, su ser se estremecía con esa mirada. No sabía cómo definirla, no demostraba amor, pero tampoco indiferencia, demostraba la nada pero a la vez presentaba cada cosa de esta vida y de este mundo.

Pintó un poco más las gruesas cejas, detallandolas. Aunque claro, no las podía hacer de lo mejor por que su Harry no se depilaba tan detalladamente bien. Pero para Draco, Harry era perfecto en todos los sentidos.

Después de lo que fué el suelo de anoche, Draco quedó con su rostro hecho lágrimas, solo lágrimas, de esas silenciosas. Habia sufrido, una vez más, por la ausencia de Harry.

Y se preguntó, ¿Que estará haciendo?, ¿Con quién estará?

Algo de celos se apoderaron de su mente de solo pensar que alguien con intensiones más allá de la amistad se acerque a su precioso moreno de ojos verdes. Harry era solo suyo, y cuando el moreno lo admita, no dejará que nadie le ponga un dedo encima. Lo castraria antes.

Hechizara un cartel que quede encima del moreno con unas letras perfectamente elegantes;

Soy de Draco Malfoy.

Draco cerró los ojos y se acostó en el frío suelo del cual ya estaba acostumbrado, con su mano derecha, agarró la izquierda y la acarició, imaginandose, una vez más, que era Harry quien le acariciaba tan cariñosamente.

Mío. Mío. Mío, Harry Potter, solo eres mío. Pensó acariciando un poco más su propia mano, imaginando así, que su moreno lo hacía.

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Unos suaves toques en la puerta llamaron su atención, guardando rápidamente el retrato, Draco se acercó algo indeciso a la puerta. Voldemort jamás tocaba y bueno, los demás no podían acercarse. Como habia dicho el señor tenebroso;

--- Es mi puta, asi que nadie entra, y el que entra sale muerto. ---Habia dicho.

Se habia confirmado lo dicho oficialmente cuando el señor tenebroso se enteró por terceros ---otros mortifagos--- que Greyback habia entrado a su habitación. El señor tenebroso no tuvo que pensar mucho para saber que habia pasado entre esas paredes.