¡Dejadme En Paz! -BNHA X Tu

Cap 3

Empecé a perseguir mi bolsa, era una situación muy extraña.

¿Tal vez sería un fantasma? Era lo más probable, me había pasado otras veces, pues solo los veo si activo muy quirk.

Me dispuese a activarlo para ver si estaba en lo cierto, cuando me golpee fuertemente contra la pared. Del retroceso me di un fuerte golpe en la cabeza, quedando ahí, medio inconsciente. Dejé de pensar bien y todo me daba unas vueltas impresionantes.

¿Estas bien? —un chico se puso de cuclillas a mi lado, posando su mano en mi hombro.

No logré ver quien era, pues veía borroso. De repente, sentí un líquido caliente caer por mi cabeza.

- ¡Dios! ¡Estás sangrando! —gritó el chico, alterado.

- ¿Sangrando? ¿El que, arcoiris? AJAJAJA —no sabía ni que decía, estaba realmente confusa.

- Uh, realmente te has dado fuerte. ¿Puedes caminar? —dijo, levantándome, a lo que yo me caí.

- Llévame tú, guapo... —en cuanto se me pasara el mareo, estoy segura que me ahogaría en tierra con tal de no recordar eso.

- ¿Q-que? Uh, de acuerdo —algo nervioso por mi comportamiento el chico me cargó, sentandome en sus brazos y apoyando mi cabeza en su hombro.

Me dejó en la enfermería, a cuidado de Recovery Girl y se fue. Después de un rato, desperté en la camilla, ya me encontraba bien, algo cansada pero estaba curada.

- Oh, despertaste ¿te encuentras mejor? —preguntó Recovery Girl.

- Ah, si si, estoy mejor, muchas gracias —le agradecí con una leve reverencia.

- No me las des a mi, dáselas al muchacho que te ha traído. El joven Todoroki, si mal no recuerdo.

¿Todoroki ha sido quien me ha traído? —pregunté mentalmente.

Al final no es el emo que me imaginaba que era.
Esborcé una leve sonrisa, que desapareció de inmediato al recordar las tonterías que le dije, junto a unas inmensas ganas de morir.

- Recovery Girl, creo que ya me puedo quitar esto —dijo un chico detrás mío, que venía del baño de la enfermería.

- ¿Midoriya? —pregunté al girarme —Ah, ¿estás mejor?

- ¿Nisho? ¿Que haces aquí? Sí, yo estoy mejor, gracias —esborzó una tierna sonrisa mientras Recovery Girl le quitaba las vendas.

Salimos juntos mientras le contaba lo que me había pasado. Platicamos un rato, pero Ochaco le llamó, despidiéndose de mi y yendo hacia ella.

Seguí caminando hasta la salida, pues las clases habían terminado ya, cuando una voz me paró.

- ¡Perdona! —dijo un chico atrás mío, tenía el cabello alborotado, violeta y unas marcadas ojeras adornaban su pálida cara.

- ¿Uh? ¿Necesistas algo? —giré hacia el, pues me encontraba en las puertas de la salida.

- Esto... ¿Eres ____ Nisho, cierto? Creo que esto es tuyo —alargó su brazo mostrando mi bolsa, lo había olvidado por completo.

- ¡Es verdad! Muchas gracias —le agradecí feliz a lo que el sonrió levemente también.

- Me llamo Shinso Hitoshi, mucho gusto —dijo el peli violeta con una cara de pocos amigos que no le pegaba mucho.

¡Mucho gusto! —le sonreí y al estar un incómodo rato yendo en la misma dirección, descubrí que somos vecinos.

- ¿Y, cual es tu quirk? —le pregunté, pues yo le acababa de contar el mío.

- Eh... Puedo controlar a una persona solo con que me responda —dijo algo apenado.

¡¿Que?! —el peli violeta puso cara de resiganción ante mi repuesta.

- Lo imaginaba, también crees que es un quirk de villano ¿cierto? —dijo sin mirarme a los ojos soltando un suspiro de desagrado.

- ¿Eh? ¿Que tontería es esa? ¡Tu quirk es genial! Y eso no tiene nada que ver, que un quirk sea de villano o no depende del portador —dije con una sonrisa. El se sorprendió y me miró con brillo en los ojos.

- ¿En verdad... Crees eso? —dijo con los ojos abiertos y la mirada de un niño.

¡Por supuesto! —afirmé sin ninguna duda. Se paró en seco por unos momentos y me abrazó.

- ¿¡A-ah!? —me sorprendí por el repentino acto de este.

- Lo siento, es la primera vez... Que alguien cree eso... —me abrazó con más fuerza. - estoy harto de que siempre piensen mierdas de mi, y me alegra que tú no lo hagas.

Sonreí y correspondí el abrazo, unos segundos, hasta separarnos. El se alejó un poco, avergonzado e intentando volver a su estado de "chico malo que pasa de todo"

¿Vamos? —le dije con una sonrisa. Fuimos a casa, nos despedimos y entramos, el vive en la acera de en frente.

- ¡Buenas, ____! ¿Que tal en la U.A? —preguntó alegre mi hermano, desde la cocina.

- ¡Muy bien, son todos muy majos! —le conté como me había ido el día y lo que había pasado mientras le ayudaba a preparar la cena.

Me preparé para dormir, mientras mi hermano repasaba el guión de su próxima obra en el salón.

4:37 a.m.

Un niño estaba delante mío, no tenía expresión ninguna, me miraba fijamente.

No me podía mover, no podía hablar, de repente una sombra apareció detrás suyo, clavando sus afiladas y oscuras garras en su cuello traspasandolo y eliminandolo delante mío.

No me podía mover.

Ahora venía a por mi.

____...

____

¡____!

Desperté de golpe, sudando y con la respiración agitada. Mis mejillas estaban húmedas de lágrimas, mi hermano estaba ahí, a mi lado, acariciandome el brazo para calmarme.

Rápidamente me lancé a sus brazos, asustada por la horrible pesadilla. El correspondió mientras acariciaba mi pelo.

- Ya está, tranquila, estoy aquí... —esas palabras siempre me ayudaban. Después de un rato le agradecí y me volví a dormir.

Solía soñar con las muertes de los fantasmas a los que me encontraba a lo largo del día, esta vez le había tocado a ese niño tan amable de la U.A.

Al día siguiente me preparé para ir a la U.A. Iba temprano, así que fui caminando con Shinso, que casualmente salió a la misma hora que yo.

Fuimos platicando hasta llegar a la U.A.
Me despedí de Shinso, nos habíamos vuelto muy amigos en poco tiempo, y entré a mi salón.

¡Nisho! —exclamó una voz masculina.

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¡Hasta aquí el cap de hoy!

Espero que te haya gustado, si es así deja tu estrellita y comenta¡me ayuda mucho!

Alexia—